Tres policías fueron presentados ante un juez en el estado mexicano de Baja California por torturar a Adrián Vázquez Lagunes, informó hoy Amnistía Internacional (AI) en un comunicado en el que consideró histórica dicha medida.
La organización defensora de los derechos humanos destacó que “esta es la primera consignación por tortura en un estado donde las denuncias de tortura son cuantiosas” y recordó que a nivel federal sólo existen siete condenas por este delito desde que se tipificó en 1991.
Vázquez Lagunes fue detenido, amenazado, golpeado y semiasfixiado durante 12 horas bajo custodia de la policía estatal en 2012, indicó AI.
Además, señaló, la Procuraduría General de la República (fiscalía general) “lo acusó de portación ilegal de arma de fuego y de ser uno de los principales operadores del cártel de Sinaloa haciendo caso omiso de sus denuncias de detención de arbitraria, tortura y fabricación de pruebas”.
Actualmente, Vázquez Lagunes permanece en prisión mientras su juicio está en curso, “a pesar de que la única prueba relevante en su contra le fue plantada durante la tortura que sufrió”, destacó la organización.
“Este es un momento histórico para la justicia en Baja California, pero todavía hay un largo camino por recorrer. Las autoridades mexicanas deben desistir de los cargos en contra de Vázquez y liberarlo de la cárcel inmediatamente”, dijo la directora adjunta de Investigación para América de AI, Carolina Jiménez.
“Las autoridades deben continuar sus investigaciones sobre este terrible caso, llevar a todos los responsables ante la justicia y garantizar que esto no vuelva a suceder”, pidió Jiménez.
Jiménez consideró este “un ejemplo más de cómo las autoridades mexicanas pisotean la justicia en su carrera por la llamada ‘guerra contra las drogas'” y que las fuerzas de seguridad “siguen utilizando la tortura y otros malos tratos contra personas” para hacer “arrestos apresurados” violando el derecho internacional.
Tras ser puesto a disposición de la fiscalía general, en 2012, Vázquez Lagunes fue examinado por un médico legista, quien llegó a la conclusión de que “las lesiones sufridas por Adrián bajo custodia policial no ponían en peligro su vida y se curarían en 15 días”.
Tras dicha evaluación, el detenido sufrió un colapso y fue trasladado de urgencia al hospital, donde le intervinieron quirúrgicamente para salvar su vida.
El informe médico del nosocomio identificó múltiples lesiones causadas por golpes, incluyendo lesiones de pulmón y vejiga, además de trauma abdominal.
El relator especial sobre la tortura de la ONU, Juan Méndez, dijo en un informe presentado en marzo pasado que la tortura y los malos tratos durante los momentos que siguen a la detención y antes de la puesta a disposición de la justicia, son generalizados en México y ocurren en un contexto de impunidad.
El Gobierno admitió que la tortura es “una práctica a la que todavía se recurre en distintas formas”, pero rechazó que sea generalizada y acusó al relator de incurrir en inconsistencias e incongruencias en el reporte de su visita al país, realizada en 2014.