Será poco espectacular, ganará con lo justo, incluso con polémica, pero nadie podrá cuestionarle a estos Pumas su efectividad en las últimas fechas. Mientras Chivas acapara reflectores por su superliderato y Veracruz provoca admiración por su buena campaña, los pupilos de Memo Vázquez demostraron ayer que como buen cazador, sin mucho ruido, ya se encuentran a tiro de piedra de los puestos de Liguilla, literalmente a dos puntos, o lo que es lo mismo a una victoria, luego del triunfo ante Santos en CU por la mínima diferencia, mucho en gracias a que el árbitro no dio por bueno un gol a Rentería, que habría significado el empate visitante.
Y es que no está nada mal la reacción felina que emprendieron desde la fecha nueve, pues desde entonces acumulan nada menos que 15 puntos de 18 posibles, es decir cinco triunfos a cambio de sólo un descalabro, de ahí que lo más valioso de la victoria de ayer en el Estadio Olímpico, más allá del mediano partido que ofrecieron auriazules y Guerreros, es que, como en las últimas campañas, parece que alcanzará a meterse a la fiesta grande.
Ayer le bastó con un momento, apenas un cobro de una jugada vulgar. Un tiro de esquina como los que se dan por decenas en cualquier partido, tiro de esquina en el minuto seis cobrado por Javier Cortés que Gerardo Alcoba remató de cabeza para dejar sin posibilidad al cancerbero argentino Agustín Marchesin.
No hubo más. Ya lo había previsto Pedro Caixinha, timonel de Santos, durante la semana: el calor del mediodía en Ciudad Universitaria podía cobrarles, y así fue. Los Guerreros, que si bien venían de un par de triunfos al hilo, volvieron a las andadas que los tienen fuera del top 10 de la Liga MX y cada vez más lejos de la zona de calificación. No obstante, al final el portugués dijo una de las suyas: “No somos el equipo pen… que todos creen”.
Pumas, por el contrario, corroboró que se mueve en silencio hacia zona caliente que permite pelear por el campeonato.
