A horas de que arranquen las campañas por la Presidencia está claro que el espíritu piadoso y confesional que se apoderó de los candidatos al asistir a la misa papal no será el que predomine en esta contienda. Más bien es previsible que, directa o indirectamente, los aspirantes recurran a la mundana y humana práctica de la zancadilla, el codazo y la descalificación del adversario como la única forma conocida y común hasta ahora en la lucha por el poder.
Además de los cuatro candidatos y sus equipos de campaña hay un quinto actor que, a querer o no, participará en esta contienda: el gobierno federal con el presidente Felipe Calderón a la cabeza de una estrategia política cada vez más abierta y evidente para buscar la continuidad del PAN en el poder y apoyar a la candidata de ese partido Josefina Vázquez Mota. Y ese apoyo llegará de diversas maneras, una de ellas el uso de expedientes judiciales e investigaciones de la PGR para tratar de golpear a los adversarios de la panista, en concreto al PRI y a Enrique Peña Nieto.
De los tres ex gobernadores de Tamaulipas que se mencionaron en una presunta investigación de la PGR por narcotráfico en enero pasado, sólo uno será finalmente acusado y su caso ser hará público durante las campañas con en busca de un efecto electoral inocultable. Tomás Yarrington Rubalcaba sería el ex gobernador priista sobre el que la PGR estaría por solicitar orden de aprehensión por vínculos con la delincuencia organizada, según han confirmado fuentes de muy alto nivel en el propio gobierno.
El propio presidente Felipe Calderón tocó ese tema con el líder del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, durante la reunión que sostuvieron ambos en la residencia oficial de Los Pinos el pasado 27 de febrero, luego de que se difundieron las filtraciones sobre las investigaciones de la PGR contra los ex mandatarios priistas. Según versiones de ese encuentro, Calderón le confirmó a Coldwell que sí está avanzada una indagatoria contra Yarrington Ruvalcaba y que sí hay elementos para proceder en su contra.
De los otros dos ex gobernadores tamaulipecos, el presidente habría dicho al líder priista que en el caso de Manuel Cavazos Lerma no hay indagatoria alguna en su contra y que su nombre apareció “por un error de un funcionario de la SCT al que ya corrimos”; de Eugenio Hernández, según las fuentes consultadas, no hubo tampoco mención del presidente, y del único que insistió en que sí habría una acusación formal fue de Tomás Yarrington.
En el PRI ya dan por descontado y no se ven nada interesados en meter las manos para defender a Tomás Yarrington; y el primero en deslindarse es Enrique Peña Nieto, cuyos estrategas le dicen que no tiene de que preocuparse y que una detención del ex mandatario tamaulipeco por presuntos nexos con el narcotráfico no le afectaría gran cosa en las encuestas. ¿Será?
NOTAS INDISCRETAS… Se fue el Papa y todos sacaron su raja política de la presencia del Pontífice. El presidente Calderón que hasta se vio sensible a la violencia y el dolor de las víctimas de la guerra que él mismo declaró; los candidatos que se dieron baños de pueblo y adelantaron su pragmatismo sobre estado y laicidad; los medios que volvieron a hacer de un respetable acto religioso un show comercial y de cursilería y mojigatería; y por supuesto la curia católica mexicana que, envalentonada por el discurso de libertad religiosa de Benedicto XVI van con todo contra cualquier reforma que precise los alcances del Estado laico y limite su injerencia en temas como la educación y la política. Así que todos benditos y todos ganones… Los dados mandan Serpiente. Descenso.
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