Ex gobernador del Estado de México, César Camacho asegura que todas las corrientes están representadas en la campaña de Enrique Peña Nieto pero también acota que el ser mexiquense no debe significar una minusvalía para participar en este proceso.

 

Aseguró que el regreso del PRI de ninguna forma puede ser visto como una restauración porque los priistas han aprendido de “las duras y las maduras” y ya saben hacer política de manera horizontal.

 

Camacho aseguró que el PRI es un partido que ha cambiado y que verá la realidad de una forma muy distinta, ya que tiene toda una generación de políticos como él, que vivieron la transición de tener un poder casi heredado a convertirse en un partido de oposición que se acopló a las distintas circunstancias.

 

—Uno de los problemas de la pasada elección fue que los gobernadores priistas dieron votos a Felipe Calderón ¿puede volver a suceder?

 

—Eso forma parte de la especulación del mundo dela política, no creo que haya ocurrido. Ahora, el gran mérito de Enrique Peña y del Comité Ejecutivo Nacional es su capacidad para sumar voluntades, de hacer que todos los actores políticos participen en una relación horizontal ya que todos son parte del reto.

 

—¿No significa un problema para los gobernadores que el presidente de la República sea del mismo partido, que se imponga?

 

—Antes la autoridad del candidato era de tal fuerza que no se ponía en tela de duda, hoy hay que hacer mucha política y el reto es granjearse la voluntad de los gobernadores. Antes a los actores políticos locales les interesaba que los conociera el candidato, ahora al candidato le interesa que lo conozcan y es él quien ha ido al encuentro de los políticos. Hoy cuesta mucho trabajo lograr ese liderazgo, antes se transmitía casi por herencia y la fuerza omnipotente del candidato no se ponía en tela de duda. Hoy hay democracia priista.

 

—¿Es posible que un gobernador que se siente como virrey crea que en el PRI no va a haber verticalidad ¿

 

—Puedo asegurar que en el PRI las cosas no van a ser como eran, no habrá una especie de restauración. Claro que la autoridad del presidente será grande, pero él sabe que tiene que dialogar con los priistas y hacer una construcción colectiva de acuerdos.

 

—¿Como será el trabajo en la Fundación Colosio?

 

—Se trata de no dar paso a la endogamia, fenómeno en el que se cae con toda facilidad, la generación de ideas a partir de lo que digan los de casa asegura fidelidad a los principios pero pierde riqueza. Se gana en ortodoxia pero se pierde en novedad y frescura. La Fundación Colosio será una caja de resonancia de las opiniones de todo el país, no solo de especialistas, sino también de la sociedad civil.

 

—¿Cuales serán los tres temas más importantes a tratar?

 

—No quisiera adelantar vísperas

 

—¿Dos temas?

 

—El infaltable tema de la seguridad y la justicia, así como el de Pemex y los que se encuentran en el libro de Enrique Peña.

 

—Pero no dará tiempo para tratar todos…

 

—Ese es nuestro reto, saber fijar prioridades, seleccionar lo que más preocupa a los mexicanos.

 

—¿Cuál es la visión de César Camacho sobre la inseguridad?

 

—Es un gran tema que no se tiene que ver aislado, que creo que es uno de los problemas del presidente Felipe Calderón. No se puede disociar de temas de orden social como la falta de oportunidades de trabajo, educativas. El fenómeno de la inseguridad no se puede disociar de la injusticia, este gobierno le ha dado prioridad al tema de la policía, pero no se ha fortalecido ni el sistema judicial ni el ministerio público, ni mucho menos el sistema penitenciario. Este problema obliga a una visión integral que requiere reformas legales.

 

—¿En el tema de seguridad llamarían una vez más a gente como Alejandro Martí o Isabel Miranda de Wallace?

 

—Bueno, la señora Wallace me parece que ya no, difícilmente aceptaría porque ya tiene compromisos partidarios , pero sí se buscará su participación, así como la de otras personas que también tienen una visión sobre este tema para que apoyen en el diagnóstico y en lo que podría ser el nuevo plan de gobierno.

 

—¿Desde cuando conoce a Enrique Peña?

 

—Permítame, lo estoy pensando… lo conozco desde hace 22 años, él tenía 23 y yo cerca de 30, lo conocí en el PRI. Es decir lo he visto en todos los sentidos crecer y consolidarse como político.

 

—¿No es muy cerrado el grupo del Estado de México que está con el candidato?

 

—Al contrario, creo que Peña Nieto ha tenido el talento para sumar políticos de todas las latitudes y, dentro del PRI, de muchas corrientes o afiliaciones. El PRI es un partido de amplio espectro que durante muchos años era él partido y eso lo convirtió en escuela de políticos. En la candidatura van políticos que son representativos de esta expresión variopinta que tiene la política nacional del PRI. La propia conformación del equipo de campaña consigna este hecho.

 

Ahora, en reivindicación de los mexiquenses, nada más faltaba que tengan una minusvalía política, eso sería grave. Los mexiquenses, por qué no, ojala no sea vituperio por venir de mí mismo, si hay gente que tiene que aportar a la campaña no puede tener en su condición de mexiquense un déficit, seria lun exceso ¿no?