Pese a la magnitud del impacto regional que tendrá el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), hoy los Gobiernos de la República, del Distrito Federal y del Estado de México no cuentan con un plan integral de transporte que dé conexión al próximo complejo aeroportuario.

 

La directora de CTS-Embarq, Adriana Lobo, señaló que las previsiones de transporte que se conocen en torno al NAICM se refieren a ampliación de Líneas del Sistema de Transporte Colectivo (STC) ya existentes, que hoy padecen de saturación y no coinciden con los focos de origen-destino.

 

La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que presentó el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México S.A. de C.V. a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales plantea la posible ampliación de la Línea 1, 5 o 9 del Metro, todas con terminal en Pantitlán, hoy una estación con sobredemanda.

 

“Pantitlán ya está saturado, no sería una solución, nos llevaría a un transbordo que con una maleta no es posible de hacer y que tiene un acceso limitado a los destinos de los usuarios”, dijo Lobo al respecto.

 

Se prevé además la construcción de un Tren Expreso a partir de 2018, con conexión del Centro de la Ciudad de México al NAICM, así como la ampliación de las Líneas 4 y la futura Línea 6 del Metrobús; ambos proyectos son bien vistos por CTS-Embarq, pero subrayó que aún no se conoce ningún plan ejecutivo.

 

La especialista indicó que para la construcción de un Tren Ligero, se necesitan entre cuatro y cinco años para la planeación, licitación y construcción; mientras que para el Metrobús se necesitan de tres a cuatro años.

 

Advirtió que la ausencia de un proyecto ejecutivo integral de transporte para el NAICM en estas fechas podría obligar a apurar obras futuras que acabarían con deficiencias similares a las de la Línea 12 del Metro.

 

“Ya hemos visto por ejemplo la Línea 12 que se ha hecho en un periodo de cinco o seis años, cómo apurar la planeación y los proceso de control nos va a llevar a problemas”.

 

“Los proyectos y obras de transporte público son complejos y requieren de varios años para su planeación y ejecución, entre más tiempo pase sin que éstos se definan, más difícil será que se lleven a cabo”, añadió al lanzar el Observatorio Ciudadano de monitoreo al NAICM, conformado por el IMCO, CTS-Embarq y el CEMDA.

 

Consultadas al respecto por este diario, las áreas de prensa de la Secretaría de Obras y Servicios y de Movilidad indicaron que hasta el momento no han recibido indicaciones o participados en mesas para delinear los proyectos de vialidades o transporte de los que se encargarán.

 

A la fecha, insistió Adriana Lobo, ni el Gobierno del Distrito Federal (GDF), ni el del Estado de México, ni los municipios impactados directamente por el NAICM han adaptado sus programas de desarrollo urbano al escenario que implica a la mega obra anunciada por el presidente Enrique Peña Nieto en septiembre pasado.