Empate a un gol en el Clásico con el que Chivas gana, porque con el punto le basta para ser superlíder con 26 puntos, mientras que América sigue perdiendo puestos y se queda en séptimo lugar, apenitas en terreno de Liguilla.

 

Chivas asumió localía y obligación. El primer lapso fue rojiblanco del minuto uno al 45, de no ser por el negrito en el arroz que resultó para el rebaño el zapatazo que Paul Aguilar metió en el ángulo de Michel sobre el minuto 15 del cotejo (0-1). Fuera de ello, Guadalajara dominó, fue amo del balón, lo pateó, amplió, pero no definió. Omar Bravo no tuvo la suya, ni Fabián la fortuna en el intento de chilena.

 

Lo peor para los amarillos aún estaba por venir. Con Darwin en plan de errar hasta el cansancio, Rubens Sambueza, el mejor hombre de los amarillos, tuvo que salir al medio tiempo. A Matosas, que no diga lo contrario, no le quedó otra que echar el camión sobre el arco. Ingresó a Goltz y más tarde a Pellerano por Guerrero, Chivas estaba encima, apretando cada vez más a los emplumados, no conforme con ser dueño con el primero, sino también con el segundo lapso.

 

Porque Chivas tenía todas las opciones, con El Conejito haciendo estragos por derecha, junto a Raúl López; por el otro lado Marco Fabián, en el centro Salcido controlando la media cancha y con un Omar Bravo pidiendo el balón para la oportunidad definitiva; pero había más, faltaba la entrada de Aldo de Nigris, hombre gol y salvador recurrente en la campaña.

 

Y De Nigris lo haría. Una jugada de rebote le cayó a sus pies, se vistió de torero frente a Pablo Aguilar y definió (1-1) a pesar del manotazo de Moisés Muñoz para empatar el duelo.

 

Sea como sea, Chivas continúa en lo dicho. Como la semana pasada amaneció como líder del torneo y serio aspirante al título del campeonato. ¿Y el descenso? Ni quien se acuerde de aquello.