NUEVA YORK. Andy Warhol, en Times Square. La pareja perfecta formada por el icono del Pop Art y la meca de la sociedad capitalista se reunirá a partir de esta medianoche en la plaza neoyorquina, que se inundará (más) de manifestación plástica de la cultura del consumismo.
Diferentes pantallas de Times Square proyectarán cada noche de mayo a las 23:57 horas diez “retratos cinemáticos” en blanco y negro o “Screen Tests” (pruebas de pantalla) que el artista hizo entre 1963 y 1966 a populares neoyorquinos de la época, como Bob Dylan o Lou Reed o el poeta de la generación “Beat” Allen Gingsberg.
“Andy Warhol es un icono y un individuo muy importante para Nueva York, pero también es relevante por su relación con la comercialización y con colaboraciones con otras marcas, lo que nos remite a la plaza y a su increíble paisaje comercial” dijo a Efe Sherry Dobbin, directora del departamento de artes de Times Square.
Aunque la faceta cinematográfica es la más desconocida de Andy Warhol, durante algunos años de los sesenta fue una parte central de su taller en Nueva York en el centro de Manhattan, más conocido como “The Factory”, un punto de encuentro entre la alta sociedad neoyorquina, artistas, músicos, actores y otras personalidades.
“Cuando ‘The Factory’ empezó a trabajar se convirtió en un lugar de fiestas, era definitivamente el lugar para dejarse caer. Había gente muy variada, era un increíble crisol de personalidades y de posibilidades artísticas, porque Andy nunca podía decir no a nadie. Debía de ser un sitio fascinante”, consideró Greg Pierce, uno de los comisarios del departamento de cine en el museo Andy Warhol en Pittsburg (Pensilvania, EE.UU.).
La “fábrica plateada” también era el lugar donde uno de los emblemas de la pintura del siglo XX realizaba sus innovadores retratos cinemáticos con una cámara de 16 mm. Hizo casi 500 cortos entre sus amigos, artistas y celebridades, a los que llamó “screen tests” y a los que añadió su “toque Warhol”: la cámara lenta.
Pese a que rodó sus películas a la velocidad estándar para los filmes sonoros de veinticuatro fotogramas por segundo, el artista especificó que sus obras debían ser proyectadas a una velocidad menor, dieciséis fotogramas por segundo, similar a la usada en las cintas mudas.
“Bob Dylan solo se pasó una vez, se tomó seis minutos de retrato y se fue, pero la historia es divertida. Antes de irse tomó una de las pinturas más antiguas y dijo: ‘ustedes me han retratado, yo ahora cogeré uno de estos para mis viajes'”, recuerda Pierce.
El cantante de “Blowin’ in the Wind” aparece sentado, casualmente y sin moverse; Lou Reed come una manzana; su trágica música, Edie Sedgwick, rehuye, incómoda, la mirada; y la modelo Donyale Luna, la primera negra en ocupar una portada de Vogue, utiliza la cámara como si fuera un espejo.
“Warhol juega con la idea de que cuando a los actores les piden hacer una prueba de pantalla muchas veces deben interpretar un momento realmente dramático. Cuando él hace su ‘Screen Test’ pide al personaje que se quede quieto y que sea él mismo, por lo que veremos gente intentando no actuar, es algo muy diferente”, explica Dobbin.
Así, celebridades acostumbradas a controlar meticulosamente la visión que transmiten a la opinión pública se encuentran ahora desamparadas ante un desafiante objetivo, cómodo para algunos pero terriblemente angustiante para otros.
“Las pruebas capturan el raro, divertido y a veces temeroso momento en que experimentamos que la cámara está encendida con la simple instrucción de ser nosotros mismos”, señala la encargada del departamento de artes de Times Square.
Entre los más incómodos se encuentra Allen Gingsberg, que también había aparecido en “Couch” (1964), una película rodada en “The Factory” con otras “superestrellas” de Warhol, como el poeta Gregory Corso o el escritor Jack Kerouak.
El proyecto forma parte de “Midnight Moment”, una presentación mensual a cargo de la coalición publicitaria de Times Square (TSAC) y de Times Square Arts en la que también han participado otros artistas célebres como la cantante islandesa Björk, el chileno Alfredo Jaar, el escenógrafo Robert Wilson o la artista Yoko Ono.
La mayoría de los “Screen Tests” ya han sido proyectados en el mismo museo de Warhol en su localidad natal o en exposiciones puntuales como la que le dedicó el MoMA en 2010, pero es la primera vez que se proyectan conjuntamente y en alta definición.