Expertos en neurología y psicología inciden en los beneficios que tiene para la salud este gesto innato al ser humano, tanto desde el punto de vista mental como físico, y recomiendan reír hasta la carcajada diez minutos al día de forma continua.
Desde hace casi 20 años, el primer domingo de mayo se celebra el Día Mundial de la Risa que, según el coordinador del grupo de estudio de Humanidades e Historia de la Sociedad Española de Neurología (SEN), Manuel Arias Gómez, sube el estado de ánimo y fomenta el bienestar psicológico.
Pero además, “estimula el sistema inmune, incrementa el umbral del dolor y es muy saludable porque acelera el ritmo cardiaco y aumenta el aporte de oxígeno al cerebro, un órgano que tiene funciones muy diversas, entre ellas el procesado de la risa y el humor”, íntimamente ligado al desarrollo cognitivo.
Según algunos estudios, las personas risueñas “presentan 40% menos de problemas vasculares y viven cuatro años y medio más que la media y el humor nos hace más inteligentes, porque es una forma de ejercitar nuestro cerebro”.
La considerada risa verdadera se manifiesta con la contracción de los músculos de la cara, un desplazamiento hacia arriba de la comisura bucal y los ojos medio cerrados, y si avanza hacia la carcajada sacude el diafragma a golpecitos.
Con cada carcajada se ponen en marcha cerca de 400 músculos, incluidos algunos del estómago que sólo se pueden ejercitar con la risa, que traemos como bagaje al nacer y que nos sirve además para liberar tensiones y estrés, cambiar la actitud y que los pensamientos sean más positivos.
Sesiones de risa
En grupo es contagiosa y actúa como “pegamento de unión” entre las personas que la ejercitan, de ahí que se hagan clases de risoterapia, una técnica psicoterapéutica en la que es experta la psicóloga española Ana Sierra, que enseña a que la risa fluya a través de juegos y ejercicios físicos, y de estrategias mentales.
Cuando participamos en una sesión de risoterapia, según la especialista, liberamos hormonas y neurotransmisores, como la oxitocina, la serotonina, dopamina y endorfinas, que juegan un papel protagonista en nuestro estado anímico. “Reír a carcajada limpia, por la mañana, de manera diafragmática y durante diez minutos continuos es la mejor forma de liberar todas estas sustancias porque cambia toda la percepción del día, tu estado de ánimo y sales a la calle con otra actitud”, aseguró.
Este ejercicio lo puede hacer una persona con la ayuda de un profesional que la oriente. Se empieza forzando la risa y la carcajada un minuto al día y luego se van sumando cada día uno más hasta llegar, al menos, a 10.
“Esa risa natural, la que surge por el bienestar es la mejor”, según Sierra, porque con ella se obtienen los mejores resultados, pero si se pierde hay que ejercitar la artificial, voluntaria y autónoma.
Los efectos se notan durante varios días, pero si se hace de manera puntual y ya no vuelves a hacerlo en tu vida. “Evidentemente se van perdiendo. Lo ideal sería generar un hábito mental y físico de risa y de pensamientos positivos todas las semanas con determinados ejercicios”, aseguró la especialista.
La risa es una herramienta que tenemos dentro de nosotros y es gratis, y podemos echar mano de ella y entrenarla una vez que conozcamos cómo activarla.