El trabalenguas mutó: de tristes Tigres a tristes Pumas. Si no, nada más ver la realidad del cuadro auriazul. Universidad cerrará el torneo en Monterrey con muy, pero muy remotas posibilidades de calificar, una insana costumbre que han adoptado los felinos desde el torneo de Apertura 2011 a la fecha.

 

Y es que desde aquel certamen, los universitarios han acusado una intermitencia alarmante que no los ha llevado más allá de cuartos de final en tres de los siete torneos que se han jugado desde entonces, y que todo parece indicar los llevará a su quinta competencia sin fiesta grande.

 

Directivos han desfilado, técnicos pasado (incluida la vuelta de Guillermo Vázquez al timón), refuerzos ido y venido, y nada, Pumas nada más no asusta, y por el contrario, termina los torneos contando hasta los centavos para ver si le alcanza para calificar, y por lo que se ve en el presente torneo, los aficionados universitarios tendrán que guardar la bandera y ver la Liguilla, una vez más,  sentaditos, tristes en casa y sin a quién alentar.

 

obo