BERLÍN. Malos días para la canciller Angela Merkel. A la colaboración de su agencia de inteligencia de información con su par estadunidense ahora Wikileaks revela 1,380 páginas con transcripciones de las reuniones de la comisión de investigación creada en el Bundestag (Cámara Baja alemana).
Entre las páginas publicadas por WikiLeaks hay actas tanto de las reuniones públicas como de sesiones celebradas a puerta cerrada en esa comisión parlamentaria, que comenzó a trabajar hace un año ante la polémica desatada por las revelaciones del ex analista de la CIA Edward Snowden.
Según esas informaciones, los servicios de inteligencia llevaban a cabo un espionaje masivo de ciudadanos alemanes, gobiernos e instituciones europeas, y habían llegado a interceptar uno de los teléfonos celulares de Angela Merkel.
“Como parte perjudicada, el público tiene derecho a entender el trabajo de esta investigación. Sólo a través de una supervisión pública eficaz se cumplirán los objetivos fijados de transparencia y justicia”, subraya en su página web el fundador de WikiLeaks, Julian Assange.
WikiLeaks critica que las sesiones de la comisión parlamentaria alemana no puedan ser grabadas y denuncia restricciones a los periodistas que cubren su trabajo.
“En esta investigación parlamentaria, la parte afectada es la opinión pública alemana e internacional. Su objetivo es descubrir quién es el responsable del daño causa a los derechos de un gran número de personas y cómo se cometieron esas violaciones”, destaca Assange, que defiendo el derecho del ciudadano a estar informado.
Meta-colaboración
El espionaje alemán entregaba regularmente ingentes cantidades de “metadatos”, información sobre llamadas de teléfono, mensajes de texto y correos electrónicos, a sus homólogos de EEUU, informó hoy la edición digital del periódico Zeit.
Según unas actas secretas a las que ha tenido acceso esta publicación, el Servicio Federal de Información (BND) alemán, responsable del espionaje exterior, llegó a entregar hasta 1,300 millones de “metadatos” al mes a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) de EU.
El BND recogía multitud de “metadatos”, eliminaba los resultados que concernían a alemanes -para cumplir con la legislación alemana, presuntamente-, y enviaba a la inteligencia estadunidense el resto, relata el medio alemán.
Edward Snowden denunció que en diciembre de 2012 el BND había entregado a la NSA 500 millones de “metadatos”, la información de Zeit aporta el concepto de regularidad y una idea sobre el volumen habitual.
Esta es la última revelación ligada a la trama alemana del espionaje estadunidense, un escándalo que acaba de reactivarse con nuevas informaciones y que está poniendo bajo presión a la propia Merkel, así como a varios de sus ministros, entre ellos el actual titular de Interior, Thomas de Maizière.
El Gobierno alemán se encuentra esta semana en el punto de mira de los medios y la oposición ante la posibilidad de que alguno de sus miembros hubiese mentido conscientemente a lo largo de este escándalo.
En concreto, hay dudas con respecto a unas declaraciones de De Maizière en las que aseguró que el Ejecutivo no tenía ningún conocimiento de espionaje industrial de EU en Alemania, cuando después se han publicado indicios de lo contrario.
Asimismo, están ahora bajo escrutinio público unas declaraciones del anterior ministro de la Cancillería, Roland Pofalla, en las que avanzó que Washington había ofrecido a Berlín firmar un acuerdo de no espionaje mutuo, algo que luego ha quedado en entredicho con la difusión de varios correos electrónicos de funcionarios alemanes.