El pasado sábado, en la iglesia de Nuestra Señora del Carmen, en San Ángel, se casó Juana Domenzain Girault con Patricio Chico Servitje. La recepción fue una cena en el jardín de la calle de León Felipe, también en San Ángel. Juana es la segunda hija de Juana y Luís que se casa con un hijo de Jaime Chico Pardo y Manina Servitje.

 

 

Nuestra Señora del Carmen, fue construida en 1624 en honor al mártir San Ángel de quién luego el barrio toma su nombre; destaca de esta preciosísima iglesia, la cúpula forrada de mosaicos de Talavera. Fue declarada monumento histórico el 7 de abril de 1932.

 

 

La recepción se caracterizó por la enorme cantidad de veladoras que había por todo el jardín y la deliciosa cena, servida, una vez más, por Mayita.

 

Otra boda que estuvo padrísima, fue la de Arturo Vega Cárdenas y María José Valle; el jardín en el Rancho San Ramón, en el Estado de México. estaba precioso, al fondo de éste se encontraba un altar antiguo de plata repujada, que realmente es una obra de arte. La familia Vega es muy numerosa, por lo que el jardín estaba lleno de niños.

 

Y pasando a eventos altruistas, el jueves fue la premiere de la película Yo También, de producción española, en los cines de Bosques de las Lomas; el motivo de la función fue el recaudar fondos para TADO, AC.

 

Ubicada en Atizapán de Zaragoza, en una zona de alta marginación, TADO AC. es una obra educativa que comenzó actividades en 1975, pero no fue sino hasta 1980 que se constituyó en una asociación no lucrativa.

 

Ha promovido la superación integral de las familias de la zona, en especial de las mujeres y de los niños, que en la actualidad suman 70 niños discapacitados y 300 mujeres. Esta obra es muy exitosa gracias al gran entusiasmo y esfuerzo que le ponen sus voluntarias, entre las que podría yo nombrar orgullosamente a mis hermanas Cristina y Gloria Obregón, a Pilar de Barroso, Mary Gi Torre, Lupe Pilgram, Verónica Ortiz y Claudia Álvarez del Castillo entre otras.

 

Un evento que se llevó a cabo en días pasados, fue la Copa Hennessy de Polo en la ciudad de Mérida, Yucatán, el actual presidente de la Federación Mexicana de Polo, Guillermo Steta, ha venido haciendo una magnifica labor.

 

El Polo fue introducido en México por la familia Escandón-Barron a finales del siglo XIX, cuando uno de sus miembros, Manuel Escandón y Barrón, marqués de Villavieja, vio el juego por primera vez en Newport, Estados Unidos.

 

En su primera etapa, este deporte fue practicado exclusivamente por deportistas civiles, siendo el primer club del país la sección de Polo del Jockey Club Mexicano, fundado en 1881. Entre los primeros jugadores están Carlos Rincón Gallardo y Romero de Terreros, duque de Regla y marqués de Villahermosa de Alfaro.

 

En México, las primeras canchas se ubicaban en la propiedad de la familia Escandón-barrón en Tacubaya y en el Hipódromo de la Condesa.

 

La mejor actuación de México en un mundial fue en el Campeonato Mundial de Polo de 1987, donde alcanzaron el subcampeonato.

 

Nuestro país cuenta hoy con Carlos Gracida, mexicano por nacimiento y considerado como el mejor jugador de polo de la historia y, por muchos, como una leyenda viviente en un deporte que en México es poco practicado; con categoría 10 goles de handicap, es hijo de Guillermo Gracida, uno de los famosos polistas mexicanos de los años 50.

 

Carlos es el único jugador en haber ganado los tres Grand Slam de Polo en un mismo año y el único extranjero que ha conseguido ganar un torneo en el Abierto de Polo Argentino, y no solo lo ha conseguido una vez, sino cinco.

 

Nació en 1960 e inició su carrera profesional a los 17 años con el equipo Retama de Steve Gose, cuando su handicap era apenas de tres metas, desde entonces ha ganado entre otros torneos el Abierto de Estados Unidos, el Abierto Británico, y obtenido cinco veces el titulo de mejor jugador del año. Gracida es también un conocido entrenador de celebridades, entre sus púpilos se incluyen los príncipes William y Harry de Inglaterra y el actor Sylvester Stallone. La reina Isabel II de Inglaterra, ha reconocido públicamente que es su jugador favorito.

 

Y para concluir esta columna e irme de vacaciones, les cuento que tuve la gran suerte de ir a Silao, Guanajuato, a oír la misa del papa Benedicto XVI, que visitó por primera vez México. La cantidad de jóvenes que había era impresionante, todos cantaban, echaban porras al Papa y gritaban a voz en cuello; realmente la buena vibra que se sentía era padrísima.

 

Hasta la Próxima