GUATEMALA. Las peticiones del sábado y que forman parte de un movimiento que inició el 25 de abril, tuvo distintos destinatarios: la mayor fue hacia el presidente Pérez Molina pero también a candidatos a la presidencia, partidos políticos y los otros poderes del Estado.
La protesta, que reunió a unos 50 mil habitantes, fue convocada a través de las redes sociales, sin ningún líder al frente, aunque confluyeron en ella una amplia gama de sectores, desde empresarios, académicos y miembros de iglesias hasta defensores de los derechos humanos y de la diversidad sexual. Tuvo como punto central la Plaza Central en el centro histórico de la capital guatemalteca.
Varias marchas fueron programadas en otros 10 departamentos del país. En las redes sociales también circulaban fotografías de guatemaltecos que viven en otras naciones como Suiza, España o México, en las cuales mostraban su solidaridad con las marchas.
Con el eslogan #RenuncienYa y #16M los manifestantes exigieron poner fin a la corrupción, pero además que el presidente Otto Pérez Molina deje el poder, bajo el argumento de que habría participado en actos de esa naturaleza. El mandatario ha negado tener algo que ver y ha dicho que este flagelo debe combatirse.
Marcio Palacios, politólogo, asegura que la manifestación fue histórica y reflejó el espíritu de unidad, civismo e indignación de la población ante la corrupción.
En declaraciones al periódico guatemalteco Prensa Libre, Palacios considera que el mandatario Pérez Molina “ya está bajo fuerte presión y debería renunciar, pues es un clamor de 60 mil guatemaltecos, no le queda otra frente al clamor popular”, sentencia el reconocido politólogo. El también director de la Escuela de Ciencia Política de la Universidad de San Carlos (Usac) dijo que desde la semana pasada se mencionan nombres de personas que podrían sustituir al mandatario, por ejemplo: Catalina Soberanis y Edmont Mulet.
Las protestas también se dirigieron contra la campaña del candidato presidencial Manuel Baldizón, que lleva el lema “le toca”. Los manifestantes hicieron ver su malestar sobre ésta por medio de carteles que afirmaban: “No te toca”.
Oneida Najarro, quien participó con su familia en la marcha, dijo que la protesta es un mensaje para todos los políticos que quieran participar en las próximas elecciones en septiembre.
“El poder es soberano en el pueblo y deben respetar lo que el pueblo pide; ya no queremos más corrupción”, afirmó Najarro.
Geovanni Vásquez, empresario y asistente a la protesta, dijo que es uno de tantos guatemaltecos que se siente indignado.
“Indignado ante la gran corrupción que los gobernantes en Guatemala han hecho; han abusado de la confianza del voto que uno les ha dado, creyendo que ellos iban a ser confiables e iban a llevar al país a un mejor desarrollo”, explicó.
La gota que derramó el vaso de la paciencia de los guatemaltecos fue que el 16 de abril la fiscalía y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala pusieron al descubierto la existencia de una red de funcionarios y particulares que defraudaron al fisco por millones de dólares.
El escándalo de corrupción puso en una grave crisis la institucionalidad del país, que incluso obligó a renunciar a la ex vicepresidenta Roxana Baldetti. Según las autoridades, la red era liderada por Juan Carlos Monzón Rojas, ex secretario privado y mano derecha de Baldetti.
A través de 66 mil acciones de espionaje telefónico, las autoridades determinaron que empresarios sobornaban a los funcionarios y éstos a su vez compartían sobornos con particulares, con el fin de evadir impuestos. Al menos 27 personas han sido capturadas y ligadas a proceso por dicho desfalco.
La fiscalía presentó los resultados del espionaje telefónico en donde miembros de la red hablaban de entregas de 325 mil dólares semanalmente en sobornos. El espionaje también detallaó que una de las personas que estaba al tanto de estos sobornos era alguien a quién identificaban como “la 2”, “la R” o “la Señora”. La fiscalía ha dicho que podría tratarse de Baldetti.
Prensa Libre se une a la petición
El principal periódico guatemalteco, Prensa Libre, también se unió a la masiva petición popular del sábado por la noche. Por la importancia del suceso, se reproduce parte de su contenido:
“Nadie puede, sin caer en el absurdo, intentar siquiera disminuir la importancia de las manifestaciones efectuadas ayer (el sábado) en el parque central capitalino, en la mayoría de cabeceras departamentales del país y en varias ciudades extranjeras donde viven guatemaltecos, que tuvieron como consecuencia varias lecciones evidentes para el sistema político nacional, así como para las actuales autoridades y los políticos que se encuentran participando en la lucha electoral recién iniciada.
(…) Una rápida lectura a la prensa de ayer y a la de los otros días de la semana demuestra que la corrupción se ha multiplicado en demasiadas instituciones nacionales. Esto explica la actitud de ¡basta ya! que se manifiesta en el ambiente. Las personas que fueron entrevistadas eran, en su totalidad, menores de 40 años, y fue el azar quien las escogió para expresarse. Por eso no se puede decir válidamente que respondían a ningún tipo de interés partidista.
En resumen, el Gobierno debe tener claro que la ciudadanía ya no desea la continuación de Otto Pérez Molina como presidente de Guatemala, quien puede hacerlo para que el orden jurídico funcione o plantear soluciones creíbles para la población, lo que se dificulta porque cada vez se evidencia que el sistema anda mal. Se puede hablar de que la depuración está localizada ahora en el Organismo Legislativo y que la llegada de Alejandro Maldonado Aguirre a la Vicepresidencia no hace que el problema termine, sobre todo a causa de su error de nombrar precipitadamente a un secretario privado que no puede recibir finiquito.
Los organismos Legislativo y Judicial tienen ahora en sus manos la toma de acciones que permitan disminuir la desconfianza popular. Los ciudadanos han expresado su criterio, que es un castigo a la corrupción y el desorden. Se cumple que no es posible engañar a todos todo el tiempo, y que cuando un pueblo se manifiesta como lo han estado haciendo los guatemaltecos, esa voz es la que origina los necesarios cambios históricos, sobre todo cuando se demandan con madurez y serenidad.