Los hechos de violencia contra periodistas se han registrado principalmente en la región sureste del país. A inicios de este mes fue asesinado el periodista veracruzano, Armando Saldaña Morales, cuyo cadáver fue localizado en los límites de la entidad con Oaxaca. La región acumula en los últimos 15 años, cerca de 36 muertes de periodistas.

 

De acuerdo con la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos Contra La Libertad de Expresión, de los 103 asesinatos de periodistas que se han registrado en el país desde enero de del año 2000 hasta enero de 2015, el 34.95% de los homicidios se dieron en alguno de los estados del sureste mexicano.

 

Con un total de 36 comunicadores asesinados, las entidades de Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco, Veracruz y Yucatán; seguidas de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa, y Sonora, las cuales conforman la región noroeste, con 27 homicidios (26.21% del total) representan los lugares más riesgosos para el gremio periodístico.

 

Las entidades del noreste (Coahuila, Durango, Nuevo León, San Luis Potosí, Tamaulipas y Zacatecas) suman 23 asesinatos, el centro del país (Distrito Federal, México, Hidalgo, Morelos, Puebla, Guerrero y Tlaxcala) registran 11 crímenes, y sólo seis homicidios contra comunicadores han tenido lugar en el occidente del país (Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán, Nayarit y Querétaro).

 

En cuanto a la estadística de periodistas desaparecidos en el mismo período, la Fiscalía especializada cuenta con un registro de 25 comunicadores, la mayoría de los casos ocurridos durante 2012, donde Veracruz, Tamaulipas y Michoacán figuran con el mayor número de casos con cuatro respectivamente. Y resulta la región noreste, seguida por el sureste como las de mayor incidencia.

 

Casos recientes han dado cuenta de la violencia que persiste en las entidades consideradas las de mayor peligro para ejercer el periodismo, además de los casos de Armado Saldaña y Bernardo Cano, también fue el de Moisés Sánchez Cerezo, quien a inicios del año fue plagiado y asesinado presuntamente por órdenes de las mismas autoridades del municipales de Medellín de Bravo, Veracruz donde el periodista dirigía el semanario La Unión.

 

Algo similar ocurrió en el caso del reportero veracruzano, Gregorio Jiménez, quien tras pasar casi una semana desaparecido, su cadáver con huellas de tortura fue localizado en una fosa clandestina en el municipio de Las Choapas, apenas a unos metros del domicilio donde sus captores lo habrían retenido tras su plagio.

 

¿Dónde está?

 

El jueves de la semana pasada, la Fiscalía General de Guerrero confirmó el secuestro de Bernardo Javier Cano Torres, conductor del programa Hora Cero, de la radiodifusora ABC, de Iguala, quien habría sido privado de su libertad cuando circulaba por la carretera federal Iguala-Teloloapan.

 

Sobre los hechos, la dependencia estatal abrió el acta ministerial FEICS/022/2015, por el delito del secuestro y en contra de quien resulte responsable, por la desaparición del comunicador. A cuatro días del reporte no se contaban con indicios de su paradero, ni de las otras tres personas con las que fue privado de su libertad.