RABAT. Quizás el calor extremo con temperaturas que le pegan casi a los 50 grados durante casi todo el día no te atraiga y mucho menos vivir en medio de una gran extensión de arena donde son pocas las posibilidades de lluvia; sin embargo, unos arriesgados arquitectos y diseñadores franceses replantearon esta idea y planean construir un gigantesco edificio de 450 metros de altura a mitad del desierto del Sahara, sí así como lo lees.
De acuerdo con Manal Rachdi del estudio OXO Architectes, encargado del proyecto City Sand Tower -Ciudad de la torre de arena- (CST, por sus siglas en inglés) en el que también participa la firma Nicolas Laisné* Associés, el concepto de esta magnífica torre que se erigirá en el desierto del Sahara es una ciudad vertical que se alimentará con energía 100 por ciento verde.
Los creadores describen alguna de las impresiones que experimentarán los futuros observadores y visitantes de esta urbe en altura, proyectada para ser edificada en territorio de Marruecos, y cuya construcción está hoy bajo estudio.
Esta torre de casi medio kilómetro de alto y una superficie total de 780,000 metros cuadrados (m2) será difícil de entender con una primera mirada y observada desde una extensión plana, según OXO Architectes.
Observada a distancia, la ciudad vertical tendrá el aspecto de una gigantesca roca, aunque a medida que uno se acerque a ella, el paisaje se ensanchará y el clima se verá suavizado por las sombras que proyecta la torre en el suelo, según los creadores de la CST.
Una torre dentro de otra
“En las inmediaciones de la CST se ingresará un laberinto de calles que recuerdan los zocos orientales, y que ofrece una sensación de alivio y bienestar. Desde la esquina de un callejón se tomará consciencia de la presencia de la torre, que ofrecerá un aspecto colosal aunque con una inmensidad tranquilizadora”, de acuerdo al equipo de Manal Rachdi.
“Uno llegará de forma natural a la torre y, al entrar, lo primero que encontrará en su umbral será una cuenca de agua que traerá frescura y se reflejará en un gran atrio o patio cubierto. Al mirar hacia arriba verá una torre interior cubierta de vegetación, que parece haber empujado desde el centro a la torre exterior que la rodea y de la cual parece ser su eje central”, añade el mencionado colectivo.
De acuerdo a la ficha técnica de la CST, en las diferentes plantas de la torre funcionarán: un hotel, viviendas, tiendas, un restaurante panorámico, un observatorio meteorológico, un museo del desierto y oficinas, con vistas a la vasta extensión del desierto y al exuberante jardín vertical que habrá dentro.
Dentro de la torre también se podrán practicar deportes, nadar en una piscina olímpica u orar en un recinto sagrado orientado hacia el cielo sin las nubes habitual en el desierto, según sus creadores.
“Esta edificación está concebida como una torre dentro de una torre: una exterior con fachadas muy protectoras, de tonalidades ocre, con zonas de sombra y sensores que armonizará con el entorno; y otra columna interior conformada por una granja vertical y áreas de vegetación, que aumentará la independencia de los recursos externos y ayudará al mantenimiento de la vida y el enfriamiento”, de acuerdo a OXO Architectes.
Esta ciudad vertical sería autónoma, eficiente y autosuficiente en energía, se incorporaría al paisaje del desierto y crearía un nuevo modo de vida, al transformar las características extremas de ese clima en fuentes de energía y frescura, según indican sus diseñadores.
Energía que viene de la Tierra
“La principal fuente de electricidad de la City Sand Tower será una planta de energía geotérmica, que generará corriente a partir de una tecnología denominada “roca caliente-seca””, informa OXO Architectes a la agencia de noticias EFE.
Una cantidad de agua que se inyecta en el subsuelo entre 3.000 y 4000 metros de profundidad, y se calienta a una temperatura de 150-200 grados centígrados (°C). Ese agua caliente se transforma en vapor que se utiliza para producir electricidad a través de turbinas, según los técnicos de OXO Architectes.
Según esta misma fuente, el agua inyectada en el subsuelo provendrá de la lluvia recolectada en la fachada de la torre, que representa a 45. 000 metros cúbicos por año, y una pequeña parte de este líquido se utilizará para el consumo interno, tanto templado como caliente.
“Además, los paneles solares instalados en los techos y en el espesor de la fachada producirán suficiente energía como para abastecer, por ejemplo a 600 hogares, o para la iluminación urbana de la torre”, concluyen los responsables del proyecto.
EL DATO
Esta ciudad vertical que sería autónoma, eficiente y autosuficiente en energía, se incorporaría al paisaje del desierto y crearía un nuevo modo de vida, al transformar las características extremas de ese clima en fuentes de energía y frescura, según OXO Architectes. (Con información de Daniel Galilea | EFE) DM