El gobernador del estado de Guerrero, Rogelio Ortega, se reunió hoy con un grupo de familiares de las 16 personas desaparecidas en el municipio de Chilapa, a quienes en las últimas horas se les han tomado muestras de ADN para posibles identificaciones.
Los familiares de los desaparecidos exigieron al gobernador que los encuentre con vida y le amenazaron con “hacer justicia por su propia mano” si no reciben noticias en las próximas 48 horas.
La reunión tuvo lugar en Chilpancingo y en ella Ortega escuchó no solo a las familias de los desaparecidos sino también a otras personas de la localidades víctimas de la violencia.
De acuerdo con las denuncias de familiares, hasta ahora hay 16 personas secuestradas, diez de ellas la semana pasada durante la toma armada de Chilapa y las seis restantes en el último semestre, pero se habla de que la cifra puede llegar hasta las 30.
Tras desarmar y retener a policías y tomar varios edificios oficiales, el pasado 9 de mayo un grupo de 300 civiles armados, que se identificaron como “policías comunitarios”, irrumpieron en la ciudad e instalaron retenes en los accesos para demandar el fin de la violencia en la región.
Se retiraron cinco días después gracias a un acuerdo con las autoridades estatales y federales.
El gobernador se comprometió a la búsqueda de estas personas y a ofrecer seguridad al municipio, una zona donde predomina el cultivo de amapola y cuya plaza es disputada por dos organizaciones criminales rivales, Los Rojos y Los Ardillos.
Por otro lado, la Procuraduría General de la República (PGR) recabó 27 muestras de ADN entre familiares para posibles investigaciones.
El Gobierno de México anunció la pasada semana que establecerá mesas de diálogo en el municipio y desplegó a personal de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas para brindar apoyo integral a los familiares.