MONTEVIDEO. La “Caravana 43 Sudamérica“, compuesta por compañeros y familiares de los estudiantes desaparecidos hace ocho meses en Iguala, Guerrero, clamó hoy en Uruguay por unir las fuerzas de todos los pueblos para “globalizar la resistencia” en la lucha contra los crímenes de Estado en el mundo.

 

Tenemos que globalizar la resistencia, es lo que nos queda, como organizaciones sociales y como pueblo, ante la globalización de los crímenes de Estado”, clamó hoy Francisco Sánchez, uno de los compañeros de clase de los 43 jóvenes que desaparecieron en la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa el pasado 26 de septiembre.

 

Sánchez, junto a un padre y dos madres de los desaparecidos, llegó a Montevideo en representación de la “Caravana 43 Sudamérica”, que recorre desde principios de mayo varias ciudades de la región para pedir que se investiguen los hechos y se encuentre a los estudiantes.

 

En una sala en la que se mostraron las fotos de los 43 estudiantes, Sánchez explicó que su escuela tan solo levantaba la voz por sus derechos, y que en otras ocasiones han tenido gente golpeada o detenida, pero que en este caso se produjo un crimen de Estado y una masacre.

 

“Cuantas más personas seamos más fuerte va a ser el grito, queremos que el pueblo de Uruguay esté con nosotros, que se manifieste, que diga que en México hacen falta 43”, expresó Sánchez durante su alocución en la rueda de prensa que ofreció el grupo.

 

El superviviente relató la historia de lo sucedido aquella noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27 y denunció al Gobierno y a las autoridades de México de corruptas y de haber bañado la bandera del país con sangre de gente humilde hija de campesinos.

 

“La voz de Ayotzinapa ha llegado a muchos rincones del mundo exigiendo la presencia con vida de nuestros compañeros, y vamos a seguir”, exclamó Sánchez, que abogó por unificar las fuerzas con pueblos como el uruguayo o el argentino, donde desde hace años se pide justicia por los desaparecidos durante las dictaduras de esos países.

 

“Nosotros como Ayotzinapa nos comprometemos a levantar la voz y exigir justicia por todos los crímenes que han pasado en Uruguay, e invitamos al pueblo uruguayo a que levante la voz por Ayotzinapa (…). Que nos siga hermanando la rabia, el hambre y la sed de justicia”, comentó el superviviente.

 

Los estudiantes desaparecieron a manos de policías corruptos por órdenes de Jose Luis Abarca, entonces alcalde de Iguala (Guerrero), donde se ubica la escuela de Ayotzinapa.

 

Las autoridades mexicanas insisten en que miembros del cártel de Guerreros Unidos, en una alianza con los policías, asesinaron e incineraron a los estudiantes en un vertedero de Cocula, en el estado de Guerrero, pero los allegados de las víctimas rechazan esta versión.

 

Las madres y el padre presentes, con los ojos llorosos, ofrecieron pedazos de las historias de sus hijos, emocionando y soltado las lágrimas de los presentes.

 

“El Gobierno dice que fue la delincuencia organizada, pero allí en México, y sobre todo en el estado de Guerrero, la delincuencia organizada y el Gobierno es lo mismo”, sostuvo Hilda Legideño, madre de uno de los desaparecidos, Jorge Antonio Tizapa.

 

Legideño manifestó que las autoridades mexicanas les han ofrecido ya distintas versiones pero que ninguna se ha podido demostrar, por lo que estableció que “algo más grande” se esconde detrás de lo sucedido y pidió a los uruguayos que levanten la voz y hagan que su Gobierno exija al Ejecutivo mexicano que siga investigando.

 

“Nuestros gobernantes nos dicen que somos necios, que lo superemos ya, pero díganme ustedes si dejarían a un hijo así (sin conocer su paradero)”, exclamó Legideño.

 

Los familiares están convencidos de que los jóvenes continúan con vida, por lo que decidieron recorrer Argentina, Uruguay y Brasil durante dos meses para difundir una lucha que esperan que termine pronto.

 

El medio elegido fue una caravana que ha pasado ya por las ciudades argentinas de Córdoba, Rosario y Buenos Aires, y que llegó ahora a la capital de Uruguay para realizar una serie de actos que culminan mañana en una marcha desde la Plaza Independencia hasta la Embajada de México, en el casco histórico de la ciudad.

 

El colectivo seguirá a continuación por las ciudades brasileñas de San Pablo, Porto Alegre y Río de Janeiro, donde finalizará su gira el próximo 12 de junio.

 

La gira suramericana es la tercera que realizan los familiares, tras haber llevado también sus denuncias y pedidos a Estados Unidos y Europa.  DM