¿Alguna vez te has preguntado como funciona tu cerebro? Yo sí me lo he preguntado y entre más conozco de él más maravillada quedo de todo lo que nuestro cerebro hace sin ser utilizado en todo su potencial. Según datos de estudiosos de la materia, antes se creía que solo se utilizaba 10% del mismo; sin embargo, hoy afirman los conocedores de estos temas que sí utilizamos todo el cerebro, sólo que no se sabe cuánto de su potencial es realmente aprovechado. Aun así, resulta increíble todo lo que el hombre ha logrado hacer sin utilizar todo su potencial, creando cosas que han transformado a la humanidad completa.

 

Nuestro cerebro se ha ido conformado y evolucionando a lo largo de la historia humana, se ha desarrollado y ha ido sofisticando sus funciones. Hoy sabemos que contamos con varios cerebros, el cerebro reptiliano que es el más antiguo, el que nos ayuda a reaccionar para enfrentar o huir de una amenaza (sobrevivencia); después tenemos el cerebro límbico o mamífero, que es donde se perciben las emociones, obteniendo información del medio y que nos permite sentir; y por último contamos con el cerebro más evolucionado, llamado el córtex o neocortex, que es el que de alguna manera “administra” nuestras emociones y nos ayuda a tomar decisiones, es donde se desarrollan el habla, la escritura y el pensamiento de orden superior en los seres humanos, según afirma David Pelmutter en su libro Conecta tu cerebro.

 

Es un hecho que no todas las personas pensamos y actuamos igual. Aunque todos tengamos cerebro, cada quien lo hace de acuerdo a lo aprendido a lo largo de su vida, de acuerdo a su experiencia propia y a su manera personal de percibir el mundo. Es innegable que nuestro cerebro es una máquina increíblemente compleja, si no es que la más compleja del universo conocido. Ni las computadoras de última generación tienen las capacidades de reacción y creación que tiene nuestro cerebro, que es tan completo que cubre desde las actividades automáticas más elementales como respirar, hasta los pensamientos más elevados y elaborados de un filósofo o un científico.

 

Hoy se escucha mucho hablar sobre la neuroplasticidad, que es la capacidad que tienen las neuronas cerebrales de adaptarse a cambios y hacer modificaciones en formas de pensar y, en consecuencia, de actuar. Las neuronas se reorganizan y construyen nuevas formas de conectarse, lo cual permite desarrollar nuevas respuestas a cierto tipo de estímulos.

 

Se crean nuevos surcos que permiten que podamos reaccionar distinto si cambiamos el tipo de organización neuronal anterior y esto se puede lograr si trabajamos en cambiar nuestra percepción del mundo y nuestras creencias, para obtener así respuestas más adaptativas y saludables para nosotros mismos y para nuestro medio. Es un hecho que si nos esmeramos en hacer cambios en nuestro pensamiento hacia lo positivo podemos transformar nuestras respuestas y reacciones también hacia lo positivo.

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