La Federación Mexicana de Futbol no se la jugó. Su alianza con Joseph Blatter quedó constatada en la frase con la que el septuagenario líder de la FIFA despidió el congreso del viernes. “Nos vemos en México”.  Y es que la misión de los enviados tricolores al Congreso del viernes pasado era seguir haciendo méritos para algún día llevar de vuelta el Mundial a tierras aztecas.

 

El primer paso era la designación de la FIFA para el Mundial sub 20 de 2019, para el que México es contendiente. Después de hacer el Mundial sub 17 en 2011, el paso siguiente para poner a prueba la capacidad de un país de cara a una Copa del Mundo, es organizar el de la categoría siguiente. Requisito que no han cumplido Ruisia (al menos recientemente) y Qatar. Ahora, la intención mexicana ha quedado en el aire.

 

Pero México no es el único que se quedó con la mano estirada. España es una de las potencias europeas que votó por la continuidad de Blatter y el otro, sorprendentemente, es Francia, pese a que Michel Platini, su principal referente directivo, era enemigo de Blatter. Esto debido a que Francia organizará el Mundial Femenil de 2019 y tenía un compromiso con la reelección de Blatter. Y el que votó no fue Platini.

 

Otro bloque que respaldó al dirigente caído en desgracia fue Sudamérica, con la excepción de Argentina, que al final votó por el príncipe jordano Ali bin Hussein.

 

Sudamérica de por sí fue, junto con la Concacaf, la zona más golpeada por las detenciones del miércoles pasado, con dirigentes y empresarios arrestados o prófugos y su prestigio está tirado por los suelos.

 

Todo indica que será Europa la que tome las riendas de la FIFA y entonces comenzará a verse qué clase de cuentas quedaron pendientes. REDACCIÓN

 

La corrupción obligó a reformar el COI

 

La fórmula con la que fue derribada la camarilla que ostentó el poder de los últimos 41 años en la FIFA ya había dado muestras de funcionar, cuando la cúpula que encabezó Juan Antonio Samaranch fue desalojada del Comité Olímpico Internacional como resultado de un escándalo por sobornos para otorgar la sede olímpica a la ciudad estadunidense de Salt Lake City en 2002.

 

Una investigación federal y varias independientes corroboraron que hubo mucho dinero detrás de la elección de la sede y que los miembros del COI eran objeto de extravagantes agasajos, regalos e incluso dinero para sesgar su voto en la elección de las sedes. El escándalo estalló a finales de 1998.

 

La investigación terminó con dos prominentes miembros del comité organizador en la cárcel y la expulsión de 10 integrantes del COI, más sanciones a otros 10. A partir de entonces se reformó el Comité integrando atletas, estableciendo límites de edad para los miembros y adoptando estrictas normas para prevenir los sobornos.

 

Y Samaranch, un antiguo falangista español, dejó la presidencia en 2001.