CARACAS. Las relaciones entre Estados Unidos y Venezuela se tornaron más hostiles desde ayer. El gobierno de Nicolás M,aduro rechazó las declaraciones hechas el miércoles por el jefe del Comando Sur de EU, John Kelly, en las que aseguró que parte de la cocaína que se mueve en la zona sale de este país caribeño, y afirmó que las mismas “atacan” el “esfuerzo” por regularizar las relaciones.
“El gobierno de (…) Venezuela rechaza enérgicamente las declaraciones del jefe del Comando Sur de los EU, general John Kelly, que cuestionan la voluntad y la acción incansable del gobierno del presidente Nicolás Maduro para combatir el tráfico de drogas”, señaló la Cancillería venezolana en un comunicado.
Durante su participación en la XXXII Conferencia Internacional de Drogas que tiene lugar en la ciudad colombiana de Cartagena el responsable del Comando Sur estadounidense indicó que el “único país” con el que EU no mantiene colaboración en materia de la lucha antidroga es Venezuela y aseguró que “gran parte de la cocaína que se mueve hacia los mercados internacionales” parte de este país caribeño.
El texto de la Cancillería calificó de “muy grave” que Kelly se haya desplazado hasta “el principal país productor de drogas del mundo para afectar con sus declaraciones y afirmaciones infundadas las buenas relaciones de vecindad” de Venezuela con Colombia.
Agregó que estas afirmaciones “irresponsables” van en contra de “los datos y reconocimientos que ha otorgado la ONU a Venezuela por estar entre los seis países de mayor confiscación de estupefacientes”.
Recordó que desde 2005, año en el que el gobierno venezolano expulsó a la Agencia Estadounidense Antidrogas (DEA, por su sigla en inglés) tras acusarla de actuar como “un cartel más del narcotráfico”, Venezuela se ha incautado de 55.7 toneladas de droga al año, para un total de 557 mil 74 toneladas de estupefacientes de distinto tipo desde entonces.
Para el gobierno venezolano las declaraciones de Kelly, además “atacan y vulneran” los “esfuerzos recientes” de Caracas y Washington en aras de “consolidar un canal diplomático con miras a regularizar las relaciones entre ambos países”.
EU y Venezuela se encuentran sin embajadores desde 2010 y desde entonces la relación ha pasado por diversas fases y altibajos.
El último episodio se vivió en marzo pasado cuando el presidente estadunidense, Barack Obama, firmó un decreto en el que declaraba a Venezuela una “amenaza” para la seguridad nacional de EU y sancionaba a un grupo de funcionarios venezolanos por violaciones de los derechos humanos.
Sin embargo, en las últimas fechas el consejero del Departamento de Estado estadounidense, Thomas Shannon, se ha reunido en varias ocasiones con el presidente Maduro, encuentros calificados positivamente por ambos países.