El titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos Zepeda, dio a conocer al Congreso de la Unión las consideraciones que tomó para declarar un ascenso post mortem a los siete militares que perdieron la vida el pasado 1 de mayo en Jalisco.

 

Se trata de dos capitanes segundos, un teniente, un subteniente, dos sargentos y un soldado que integraban el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (Gafe) del Ejército mexicano, que obtendrán el grado inmediato superior tras haber sido blanco mortal de una célula del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

 

El viernes 1 de mayo, el grupo de militares considerados de élite, integrantes del GAFE, viajaban a bordo de un helicóptero Cougar matrícula 1009 que fue derribado por los delincuentes cuando realizaba “reconocimientos aéreos”.

 

Este hecho provocó que en el campo militar número uno se realizara una ceremonia fúnebre para rendir un homenaje a los militares caídos, donde el mismo presidente de la República, Enrique Peña Nieto, y parte de su gabinete acudieron a una ceremonia de carácter privado.

 

A partir de este hecho, el general Miguel Gustavo González, comandante de la V Región Militar, tomó el mando de las operaciones de seguridad en Jalisco, así lo informó el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, en una conferencia de prensa.

 

En aquella ocasión y fungiendo como testigo el gobernador Aristóteles Sandoval, Osorio Chong subrayó que la denominada “Operación Jalisco” se desplegaría para detener a cabecillas del narco, en coordinación con las autoridades de aquella entidad.

 

Se sabe que los integrantes del GAFE sólo reciben instrucciones del comandante supremo de las Fuerzas Armadas, es decir, del presidente de la República, Enrique Peña Nieto; del secretario de Sedena, Salvador Cienfuegos Zepeda; o el comandante del cuerpo de las Fuerzas Especiales del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana, Miguel Ángel Aguirre Lara.