El corazón de México, oficialmente Plaza de la Constitución, en honor al documento promulgado en Cádiz en 1812, y llamado Zócalo luego que Lorenzo de la Hidalga, por órdenes del presidente Antonio López de Santanna, solo instaló el zócalo o base de un monumento que conmemoraría la Independencia.
Con sus 46800m² el Zócalo es la tercer plaza pública más grande del mundo, solo de tras de la Plaza Roja de Moscú y la Plaza de Tiananmén.
A lo largo de su historia, la plaza ha sido testigo de grandes suceso histórico para México, pero en los últimos años ha cambiado de cara y ha sido usada desde salón de fiestas para quinceañeras, pasando por estacionamiento para funcionarios y hasta sala de conciertos… todo pasa en el Zócalo.
Diamante de Beisbol
Este año la plaza se convirtió en un gigantesco campo de beisbol para recibir el Home Run Derby, evento para festejar los 90 años de la Liga Mexicana de Beisbol.
Marcelo chambelán
En 2007, el entonces jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard auspició la fiesta de 50 jovencitas, donde el mandatario local encabezó la fiesta en la plaza, y él como el chambelán de lujo.
Estacionamiento privado
Durante el mensaje del presidente Enrique Peña Nieto, con motivo de su segundo informe de gobierno, el 2 de septiembre de 2014, todos los invitados del presidente, funcionarios y empresarios incluidos, utilizaron el Zócalo como estacionamiento privado.
Pasarela
Durante el otoño de 2012, el Mercedes Benz Fashion Week México, una de las plataformas de la industria de la moda más importantes, se llevó a cabo en la plancha del Zócalo.
Museo
En 2008 sobre las ruina de Tenochtitlan se montó la exposición Ashes and Snow de Gregory Colbert, en una estructura monumental de cinco mil 130 metros cuadrados.
Foro de conciertos
De Justin Bieber a Paul McCartney, pasando por Café Tacuba y Sakira.
El récord de asistentes a un concierto a la Plaza de la Constitución lo tiene el exBeetle con 250 mil almas coreando Hey Jude.
Pista de Hielo
Marcelo Ebrard inauguró en 2007 la primera pista de hielo gigante en el Zócalo, a partir de entonces no ha faltado una vez.