El nivel mínimo histórico de 2.88 por ciento que registró la inflación general anual en mayo de este año, representa un beneficio directo a los bolsillos de las familias mexicanas, pues fortalece su poder adquisitivo, destacó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

 

Señaló que en mayo pasado la inflación se redujo 0.50 por ciento, la mayor contracción para un mes semejante desde 2011, y en términos anuales la tasa observada fue de 2.88 por ciento, la menor desde que se tiene registro mensual, en 1970, y por debajo del objetivo puntual del Banco de México (3.0 por ciento).

 

En el Informe Semanal de su Vocería, la dependencia federal refirió que en términos acumulados, se observa una reducción de los precios de 0.25 por ciento.

 

Con base en estos niveles, destacó, se observa una recuperación de los salarios reales, reportando crecimientos anuales por arriba de 1.0 por ciento en los últimos meses, y dentro de este panorama también sobresale la mayor generación de puestos de trabajo formales en el país.

 

Indicó que la creación de empleos formales registra crecimientos anuales superiores a 4.0 por ciento en los primeros meses del año, y disminuyó la tasa de desempleo a 4.3 por ciento en abril de este año, su menor nivel para un mes similar desde 2008.

 

Apuntó que los mayores niveles de empleo, aunados a un mayor poder adquisitivo de los salarios explican, en buena parte, cifras positivas en la evolución de la demanda interna, que crece a un ritmo superior al de otros países de América Latina.

 

La Secretaría de Hacienda resaltó que en los últimos meses se observa una gradual pero consistente recuperación del consumo de las familias mexicanas.

 

Por ejemplo, en marzo el consumo privado interno en México aumentó 3.9 por ciento anual, el mayor desde julio de 2013, mientras que las ventas totales en los establecimientos asociados a la ANTAD crecieron 11 por ciento nominal anual en el quinto mes del año, el más alto para un mes semejante desde 2012.

 

Asimismo, expuso, la venta de automóviles en el mercado doméstico se está acelerando, toda vez que en los primeros cinco meses del año la venta de automóviles en México fue de más de 500 mil unidades, un crecimiento de 20.8 por ciento respecto al mismo período del año pasado.

 

En tanto que las exportaciones durante el mismo periodo crecieron 11.5 por ciento, lo que implica que la capacidad de compra de los mexicanos está mejorando, agregó.

 

“Estos datos reflejan que la demanda interna no sólo se está recuperando sino que se han convertido en un importante motor de la actividad económica en México”, subrayó.

 

Ello, refirió, ante un bajo crecimiento mundial, la caída de los ingresos petroleros (tanto por los bajos precios del crudo, como por la reducción de la producción) y las condiciones de volatilidad internacional por la perspectiva del incremento de tasas en Estados Unidos.

 

Así, se observa que durante el primer trimestre del año nuestra economía avanzó 2.5 por ciento, por arriba del promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

 

Señaló que uno de los principales objetivos de la política económica de la presente administración es el mejorar el bienestar de la población, lo cual sólo puede lograrse a través de un crecimiento económico sostenido e incluyente, bajo condiciones de estabilidad.

 

Al respecto refirió tres pilares fundamentales: mantener sólidos fundamentos macroeconómicos; preservar la liquidez del mercado cambiario, y continuar con la implementación oportuna y exhaustiva de las reformas estructurales.

 

Expuso que la conjunción de estos factores se ha reflejado en bajos niveles de inflación: por una parte, la autonomía del Banco de México ha sido una condición favorable para la credibilidad de la política monetaria.

 

De igual forma, anotó, las medidas adoptadas por la Comisión de Cambios –integrada por la SHCP y el Banxico- han permitido movimientos ordenados en el mercado cambiario sin que éstos permeen en la economía real.

 

Además, las reformas comienzan a mostrar sus primeros resultados por ejemplo con la reducción en las tarifas de telefonía y electricidad así como con la estabilidad de los precios de las gasolinas, diésel y gas LP.

 

La Secretaría de Hacienda explicó que la inflación es uno de los determinantes de la calidad de vida de los ciudadanos, ya que reflejan el valor de su dinero, lo que pueden comprar, invertir o ahorrar.

 

Afirmó que los niveles actuales de inflación en México representan una clara evidencia de los sólidos fundamentos macroeconómicos, del buen trabajo que está realizando el Banco de México para mantener el poder adquisitivo de nuestra moneda, y de los primeros resultados de las reformas.