Después de cinco meses de relativa calma en Apatzingán, ayer se registró un enfrentamiento en el que fallecieron dos policías y cinco civiles, además cinco agentes policiales resultaron lesionados y uno más se encuentra desaparecido.

 

Las autoridades no han definido qué grupo fue el que perpetró el ataque, en la zona anteriormente operaban Los Caballeros Templarios, pero en esta ocasión pudieran ser remanentes de este grupo u otro que llegó a tomar su lugar.

 

El evento anterior sucedió el 6 de enero, cuando presuntos delincuentes chocaron con un grupo de policías federales en el que fallecieron nueve civiles armados y otros 44 quedaron heridos.

 

El hecho sigue siendo investigado por autoridades federales y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, pues se presume que hubo un uso excesivo y, posiblemente, extrajudicial de la fuerza.

 

De los hechos de ayer, la Procuraduría General de Justicia de Michoacán informó que durante la madrugada personal de la Secretaría de Seguridad Pública realizaba un recorrido de vigilancia por la carretera que lleva a la comunidad de El Alcalde, y a la altura del Kilómetro 25 se encontraron con un grupo de personas que accionaron en su contra armas de fuego, agresión que fue repelida.

 

Ahí fallecieron los dos elementos de la Fuerza Ciudadana, y resultaron lesionados cinco policías que fueron canalizados a diferentes nosocomios. Horas después, en el mismo lugar fueron incendiadas dos patrullas y una camioneta estaquitas, en esta última localizaron los cuerpos de dos civiles.

 

“En el sitio los desconocidos también rociaron con gasolina un camión tipo Torton y un tráiler que transportaban partes de una maquinaria pesada conocida “mano de chango”; en la primera unidad se localizó un cuerpo sin vida y en el segundo dos cuerpos, mismos que presentaban heridas producidas por proyectil de arma de fuego”, indicó la dependencia estatal en un comunicado.

 

Versiones de medios locales indicaron que los hechos se derivaron de una investigación en el rancho conocido como La Fortaleza de Anunnaky, ubicada a 40 minutos de la cabecera municipal y que fuera propiedad de Nazario Moreno, alias El Chayo, líder de Los Templarios abatido en marzo de 2014.

 

En el predio consta de casino, palenque y un ruedo. Está habilitada con habitaciones, una cocina especial para preparar grandes banquetes, una cabaña de descanso, salones, caballerizas y áreas para la servidumbre.

 

Autoridades dijeron a la agencia EFE que los atacantes usaron armas AK-47 y AR-15, así como con lanzagranadas calibre 40.

 

Según la agencia informativa, los civiles muertos eran informantes que habrían llevado a la Fuerza Rural al rancho para decomisar dos vehículos, cuya carga no ha sido revelada.

 

El alcalde de Apatzingán, Alejandro Villanueva del Río, dijo en entrevista para Quadratín que en la región se desplegaron fuerzas federales para garantizar la seguridad de la ciudadanía.