La Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos decidió hoy dejar sin cambios los tipos de interés de referencia entre el 0 % y el 0.25 %, aunque mantiene sobre la mesa la posibilidad del alza antes de que acabe el año.
“La economía se ha estado expandiendo de manera moderada (…). El ritmo de creación de empleo repuntó”, indicó el comunicado emitido a la conclusión de la reunión de dos días del Comité Federal de Mercado Abierto, que dirige la política monetaria.
El banco central remarcó que los actuales tipos de interés a niveles excepcionalmente bajos “siguen siendo apropiados” ante el contexto económico.
“El Comité (de la Junta de Gobierno del FED) actualmente anticipa que, aún después que el empleo y la inflación estén en el los niveles objetivo, las condiciones económicas actuales (de Estados Unidos) pueden por un tiempo, hacer que se mantenga la tasa objetivo de fondos federales por debajo del nivel que el Comité considera normal en el largo plazo”.
Es decir, que el FED será paciente para elevar su tasa objetivo a pesar de observar una consistente recuperación del empleo, así como una inflación cercana al 2%.
En México y en otros países emergentes existe incertidumbre que se ha traducido en volatilidad en el tipo de cambio acerca del posible aumento de la tasa del FED.
Esto debido a que el incremento podría hacer más atractiva la inversión en Estados Unidos, un mercado más grande y con mayor seguridad que países emergentes, como México, y por lo cual se ha registrado una depreciación del peso –y otras monedas– frente al dólar.
El FED ha mantenido una tasa de interés en niveles excepcionalmente bajos desde la crisis económica global de 2009 –también conocida como ‘La Gran Recesión’–, con el objetivo de incentivar el flujo de crédito en su sistema financiero.
Por su parte el Banco de México ha mantenido una tasa en 3%, lo que resulta más atractivo para inversionistas, sin embargo, EU actualmente ha mostrado una consistente recuperación económica por lo que pretende normalizar su política monetaria y evitar presiones inflacionarias.
El Banxico podría elevar su tasa para conservar el atractivo de México como un destino de inversión, sin embargo un aumento en las tasas de interés encarecería el crédito en el país, y posiblemente en distintos productos como hipotécas o tarjertas de crédito, limitando el flujo de efectivo en el sistema financiero mexicano.