CHARLESTON. Lo perdonaron. Le aconsejaron arrepentirse de sus pecados y pidieron a Dios que tuviera piedad por el alma de Dylann Storm Roof. Uno incluso le dijo que se arrepintiera y confesara, y “estarás bien”.

 

Parientes de los nueve líderes comunitarios asesinados a tiros durante una sesión de estudio de la Biblia en su histórica iglesia de feligreses afroestadunidenses se carearon el viernes con el presunto homicida durante la comparecencia inicial de éste en un tribunal y hablaron del amor.

 

“Yo te perdono, mi familia te perdona”, dijo Anthony Thompson. “Me gustaría que aprovecharas esta oportunidad para arrepentirte… Haz eso y estarás mejor de como te sientes ahora”.

 

Roof, que enfrenta nueve cargos de homicidio, quedó detenido y se le fijó una fianza de un millón de dólares por un cargo separado en relación a un arma de fuego. El joven compareció mediante video desde la prisión del condado, se veía serio y tenía puesto un uniforme de recluso de rayas. Sólo habló para responder a las preguntas del juez.

 

Felecia Sanders sobrevivió al ataque del miércoles en la noche al hacerse la muerta, pero perdió a su hijo Tywanza. Sanders también habló desde la sala del juzgado, en la que la imagen de Roof apareció en una pantalla de televisión.

 

“Nosotros te dimos la bienvenida el miércoles en la noche a nuestro estudio de la Biblia con los brazos abiertos. Tú mataste a algunas de las personas más bellas que he conocido. Me duele cada fibra de mi cuerpo… y jamás seré la misma“, declaró Sanders a Roof.

 

“Tywanza era mi héroe”, declaró Sanders, pero aun así mostró cierta amabilidad cuando hizo frente al joven acusado de mayar a su hijo. “Como decimos en el estudio de la Biblia, nosotros te disfrutamos pero que Dios se apiade de ti”.

 

Roof, de 21 años, parecía triste y reclinó ligeramente su cabeza hacia adelante, sin exhibir otras emociones cuando hablaban los parientes de los fallecidos. Desde la prisión, Roof pudo escuchar lo que decían las personas, pero sin verlas, porque la cámara sólo mostraba al juez.

 

Las declaraciones de los parientes de las víctimas parecían coincidir el viernes con el ánimo evidente en las calles de Charleston, donde las personas levantaron un monumento y planearon una vigilia para repudiar cualquier propósito que haya tenido el agresor cuando atacó la Iglesia Metodista Episcopal Africana Emanuel, uno de los templos afroestadounidenses más importantes en Estados Unidos.

 

“Una persona llena de odio llegó a esta comunidad con alguna idea descabellada de que podría dividirla, pero lo único que hizo fue unirnos y hacer que nos amemos aún más unos a los otros”, declaró el alcalde Joseph P. Riley Jr., mientras describía los preparativos para la vigila de la noche en un gimnasio deportivo.

 

La gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley, dijo que el estado solicitará la pena de muerte.  DM