El tema de Uber ha seguido dando de qué hablar. Conversaciones constantes en los diferentes foros donde el tema se aborda, -familia, amigos, trabajo-, y notas en medios de comunicación no dejan el tema a un lado. Ante un debate cada vez más nutrido, las mismas voces involucradas se sofistican, e invitan a hacer una reflexión más completa.
A continuación reproduzco, no de manera textual, pero sí tratando de mantener la coherencia de las ideas originales, una charla sostenida con un chofer de la compañía estadunidense. No es, en definitiva, la postura de todos los trabajadores de la empresa, pero sí un punto de vista que nos ayuda a mirar la situación desde una óptica distinta.
Chofer: Es mejor que se suba adelante, la verdad, para qué nos arriesgamos. Aquí en el aeropuerto están muy pendientes de nosotros, y es fácil identificarnos porque llevamos a los pasajeros detrás.
Pasajero: La verdad pensé en contratar uno de los servicios de taxi del aeropuerto, porque no estaba tan seguro de si podía usar Uber aquí, y además si era seguro, pero decidí que no. Para toparme con las malas caras que me suelo encontrar cuanto les digo que voy a la zona de Cuajimalpa…
Ch: ¿Cómo cree que se molestan? La verdad, yo trato de cuidar mucho a mi cliente, no solamente les doy las botellas de agua, que por cierto, olvidé ofrecerle, sino a mí también me gusta tener caramelos pero ahora se me acabaron… La verdad, eso tiene muy contento a mi patrón, yo le dije que quiero tener al menos 4.7 estrellas de calificación de 5 posibles, ya estoy cerca… Porque si no tenemos al menos 4.5, estamos fuera y yo he de confesarle que antes estuve trabajando con otro dueño y no le agarraba muy bien a lo de la aplicación y hubo algunos clientes que no me calificaban tan bien, tenía yo un promedio de 4.3…
Pj: Y ¿es fácil entrar a trabajar en Uber?
Ch: No debes tener antecedentes penales, y después te hacen un examen, tienes que saber de la ciudad, conocer del uso del celular y la aplicación, y eventualmente te mandan a cursos de capacitación. De hecho yo he tomado algunos porque me interesa desarrollarme en esto, aunque no he sido requerido para ellos…
Pj: Wow, ¿entonces le va bien con Uber?
Ch: Sí, la verdad sí, mi objetivo es quedarme yo con 10 mil pesos semanales, y ahí la llevo…
Pj: ¿Y está muy pesado el tema con los taxistas?
Ch: La verdad a mí no me ha tocado. De hecho, a los que les ha ido peor, no sé por qué, es a los Uber Black, a los Passat, y a los Mercerdes, ahí sí los han bajado y golpeado, pero a nosotros los Aveo, no tanto. El otro día un pasajero me preguntaba si no será que los taxistas se van a hacer pasar por usuarios de Uber, y puede ser que lo hagan una ocasión, pero si nos hacen algo no van a poder más, y ahí sí Uber va a poder actuar, porque vamos a saber el nombre del pasajero, a conocer la tarjeta de crédito con la que se pagó, etc… El problema en sí, creo que no lo tienen con nosotros, sino con el gobierno, y es que ya me explicaron cómo está la cosa.
Básicamente, el gobierno está agarrando como pretexto la entrada de Uber para regularizar a los taxistas. Dicen que hay alguien de muy alto nivel en el gobierno que tiene que ver con Uber, y lo que quieren es que los taxistas empiecen a pagar impuestos, porque ahora solo pagan su tarjetón, permiso y ya, todo lo demás no le llega al gobierno, no dan facturas, no pagan impuestos, y las mordidas se quedan en manos de funcionarios. Por eso es tanto alboroto, porque lo que el gobierno quiere es que los taxistas paguen impuestos. Uber existe en México desde hace más de dos años, ¿por qué no habían hecho tanto escándalo antes?
En menos tiempo de lo estimado, una amena charla terminó y llegamos a mi destino, pero me llevé reflexiones muy interesantes sobre un servicio que mientras mejor conozco, más interesante me parece y en el que más esperanzas finco para que sea un detonador de modernidad para la forma como se ha manejado el transporte en nuestro país. Y me confirma una vez más, lo que con alguna persona de sexo femenino, sensible a otras variables que un hombre no mira, me dijo sobre los choferes de Uber: se ven limpios, decentes, y manejan sin aventarse y mucho menos pelean con otros conductores, lo cual, da tranquilidad al pasajero.