La escasez de guacamole en los restaurantes de comida rápida de Costa Rica puso el descubierto un conflicto comercial entre el país centroamericano y México, generado tras la decisión del primero de cerrar su frontera al aguacate mexicano al considerar que éste lleva una plaga conocida como “Mancha de sol”.
El asunto no es menor: Costa Rica representa el cuarto mercado más importante para el fruto mexicano, y para aquella nación, tan sólo el año pasado la importación de 12 mil toneladas de aguacate hass producido principalmente en Michoacán cubrió 80% de su consumo interno.
El pasado 5 de mayo, el gobierno del presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, a través del Servicio Fitosanitario de Estado (SFE) adoptó la medida en contra del aguacate mexicano y de otros siete mercados al advertir sobre el riesgo de que la plaga pudiera contaminar sus cultivos, que cada año producen mil toneladas del producto.
Las primeras reacciones a la disposición llegaron hace unas semanas. Los restaurantes de comida rápida comenzaron a colocar en sus mostradores anuncios que advertían a los clientes que no había aguacate para preparar guacamole, por lo que los platillos con esta salsa quedaban fuera del menú.
El descontento se trasladó a las redes sociales, donde los clientes subían imágenes para reclamar el desabasto. La respuesta del gobierno vino entonces a través de una campaña encabezada por el Ministro de Comunicación, Mauricio Herrera, quien se fotografió con una bolsa de aguacates a las afueras de diferentes restaurantes de comida rápida para difundirlas en Facebook.
Reacción diplomática
Los primeros acercamientos entre ambos gobiernos se produjeron el 15 de junio, cuando funcionarios de la embajada mexicana en Costa Rica se reunieron con el ministro de Agricultura y Ganadería de aquel país, Luis Felipe Arauz. Ese mismo día, el funcionario costarricense anunció un nuevo encuentro con personal del área de sanidad agrícola de México.
El pasado jueves se reunieron funcionarios del Ministerio de Comercio y del SFE con una delegación mexicana integrada por representantes del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), y de la Secretaría de Economía. Ante la falta de acuerdos, la embajada de México en San José emitió un comunicado en el que pedía una explicación al gobierno de Luis Guillermo Solís.
El país anfitrión justificó que la medida es transitoria, hasta que se demuestre la sanidad del aguacate, en tanto que México alegó que no se mostró evidencia científica sobre la presencia de la plaga.
El director del Senasica, Francisco Trujillo Arriaga, acusó a Costa Rica de violar las reglas del Comité de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias de la Organización Mundial de Comercio (OMC) al no notificar a México con 60 días de anticipación sobre el cierre de la frontera. En declaraciones a la prensa de aquel país, el funcionario no descartó llevar el caso ante el organismo internacional con sede en Ginebra.
Al respecto, la Cámara de Exportadores e Importadores de Productos Perecederos de Costa Rica advirtió que si continúa el diferendo y su gobierno no demuestra científicamente la presencia de la plaga, la OMC podría imponer sanciones económicas. Además, alertó que el mayor desabasto se sentirá en dos semanas, esto a pesar de que el gobierno garantizó que las importaciones de Perú que llegará en julio cubrirán la demanda interna.