El gobierno estadunidense descartó un rescate financiero para Puerto Rico, aunque estimó que el Congreso debe examinar la posibilidad de que las corporaciones públicas y locales de la isla se acojan al capítulo 9 de la Ley de Bancarrotas.
“No hay nadie en la administración o en Washington que esté contemplando un rescate federal de Puerto Rico”, isla que tiene condición de Estado Libre Asociado a Estados Unidos, dijo el vocero Josh Earnest.
Sin embargo, agregó, “nos mantenemos comprometidos en trabajar con Puerto Rico y sus líderes mientras responden a los serios retos financieros que plagan al estado asociado”.
El anuncio de Washington responde a la aseveración del gobernador de Puerto Rico, Alejandro García Padilla, quien admitió que la isla no tiene capacidad para cumplir con sus obligaciones derivadas de la deuda de 73 mil millones de dólares.
Earnest dijo que funcionarios del Departamento del Tesoro han estado en contacto con las autoridades puertorriqueñas para tratar de ayudarlos a que tengan acceso a los recursos federales disponibles, aunque no abundó al respecto.
En su habitual conferencia de prensa, Earnest explicó que Puerto Rico no tiene acceso a un régimen probado para poder reestructurar su enorme deuda, incluyendo sus corporaciones públicas y municipales.
“Nosotros urgimos al Congreso a ver de cerca este tema en particular. Esencialmente, si un escenario del capítulo 9 podría estar a disposición de Puerto Rico, y eso es algo que sólo el Congreso puede cambiar”, dijo.
La posibilidad de que Puerto Rico acceda a la protección de la ley de bancarrotas depende de que el Congreso modifique la legislación, aplicable sólo a los 50 estados que forman parte de la Unión.
La condición de Estado Libre Asociado implica que los puertorriqueños tengan ciudadanía etadunidense; que la soberanía interior de la isla, incluida la capacidad de endeudamiento, depende del gobierno local, mientras que rubros como la defensa y la moneda dependen de Estados Unidos.