Los penales federales de máxima seguridad en México donde hay alta concentración de narcotraficantes, secuestradores y homicidas de alta peligrosidad tienen sobrepoblación, indican las estadísticas de la Coordinación General de Centros Federales obtenidas a través de una solicitud de información.

 

Ante el creciente número de personas vinculadas a proceso por delitos del fuero federal como delincuencia organizada, contra la salud o posesión de armas de uso exclusivo de las fuerzas armadas, dichos centros federales de readaptación social han sobrepasado su capacidad, tanto que la suma del excedente de personas que hay en estos reclusorios sería suficiente para llenar un nuevo centro.

 

Al 1 de mayo el Centro Federal de Readaptación Social Número 5 “Oriente”, en Villa Aldama, Veracruz es el que tiene mayor sobrecupo.

 

Este penal tiene cupo para 2 mil 538 reos y actualmente hay una población de 3 mil 509, es decir tiene un excedente de 971.

 

El Centro Federal de Readaptación Social Número 4 “Noroeste”, El Rincón, Nayarit, ocupa el segundo lugar en sobrecupo.

 

Dicho penal tiene capacidad para 2 mil 640 internos, pero hay 3 mil 563 presos con 923 personas de más en sus instalaciones.

 

En tercer lugar se ubica el número 2 “Occidente”, ( Puente Grande) en Jalisco que está diseñado para albergar 938 presos pero actualmente hay mil 641 internos, es decir, tiene un excedente de 703 personas

 

En cuarto lugar está el Centro Federal de Readaptación Social Número 1, “Altiplano”, en Almoloya, Estado de México. Tiene capacidad para 836 internos, pero ahí habitan mil 74, el sobrecupo es de 238 personas.

 

El que registra menor sobrepoblación de estos cuatro es el Centro Federal de Readaptación Social Número 3, “Noreste”, en Matamoros, Tamaulipas. Cuenta con espacio para 836 presos, pero en sus celdas tienen a 841. Hay cinco reclusos más.

 

Para Miguel Sarre, maestro en Derecho y Derechos Humanos por la Universidad de Notre Dame, de Estados Unidos, la situación para los presos en los centros federales es peor que en los reclusorios locales.

 

“Hay sobrepoblación, están durmiendo en celdas en el piso por debajo de la plancha de la cama inferior, lo que es igual de lamentable que en otros centros locales.

 

“En los centros locales por lo menos pueden tomar el sol y tener una vida un poco más parecida a la vida en libertad y ahí (en los federales) están sometidos a un régimen draconiano que afecta su salud física, su salud mental y es necesario replantearse ese modelo”, concluyó el académico del ITAM.

 

Por otra parte, Roberto Campa, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación aseguró a este diario que las quejas que un grupo de reos de alta peligrosidad remitió a la CNDH, ya fueron atendidas y que no hay “ninguna irregularidad” en sus condiciones (con información de Israel Yáñez).