WASHINGTON. Una falsa alarma de tiroteo puso en máxima alerta durante dos horas el centro administrativo de la Marina estadunidense en Washington, que hacia el mediodía de ayer continuaba acordonado a pesar de que la policía había concluido su inspección sin hallar rastro de armas, disparos o atacantes.
“No hay pruebas de que se hayan producido disparos, o de que haya alguien armado y tampoco se halló ninguna víctima”, anunció en una rueda de prensa la alcaldesa de la ciudad, Muriel Bowser.
La policía descarta, por el momento, que la llamada de alerta fuera un engaño intencionado y no contempla la tesis de que se trate de un acto delictivo o terrorismo.
La alerta se desencadenó cuando a las 7:29 hora local un empleado del centro militar llamó a la policía para alertar de que creía haber oído disparos en el edificio.
Inmediatamente, las fuerzas de seguridad locales y federales efectuaron un gran despliegue en el complejo y sus alrededores, donde en 2013 un contratista militar mató a tiros a doce personas e hirió a otras tres.
Durante dos horas la alerta se extendió a otros puntos sensibles de la ciudad, como los alrededores de la Casa Blanca, bloqueados hasta que la policía terminó su inspección, como es habitual ante este tipo de situaciones.
El Navy Yard está situado en el sureste de la ciudad, a menos de dos kilómetros del Capitolio, por lo que el gran despliegue policial complicó el tráfico en la hora punta de la mañana.
Este incidente se produce en medio del aumento de la seguridad en la capital que siempre precede a la celebración del Día de la Independencia el 4 de julio, incrementada este año por el temor a un ataque perpetrado o inspirado por el Estado Islámico (EI).
La alcaldesa de la capital celebró la rápida respuesta de los agentes, que llegaron a ser centenares, y aseguró que se siguieron todos los protocolos, con las “lecciones aprendidas” de tragedias ocurridas en el pasado.
“El Navy Yard está acordonado por la policía. Ningún incidente puede confirmarse por el momento. Seguiremos informando”, indicó la Marina en su cuenta de la red social Twitter, la primera información oficial que se tuvo sobre el incidente.
El Navy Yard es el centro ceremonial y administrativo de la Marina de Estados Unidos, está situado a orillas del río Anacostia en el sureste de la capital y tiene unos tres mil trabajadores, militares y civiles.
La matanza de 2013 en este complejo la perpetró Aaron Alexis, un exsoldado y contratista de Defensa, que tenía problemas mentales y la emprendió a tiros contra los trabajadores del centro, matando a doce civiles, antes de caer abatido por los disparos de la policía.