FILADELFIA. En una prisión que el papa Francisco planea visitar durante su gira por Estados Unidos cumple condena un ex jerarca de la iglesia encarcelado por su respuesta presuntamente débil a las quejas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes.

 

Monseñor William Lynn cumple una sentencia mínima de tres años de cárcel luego que un jurado le declarara culpable de poner en peligro a niños en la arquidiócesis de Filadelfia.

 

Lynn, de 64 años, cumple su condena en el penal Curran-Fromhold mientras apela el fallo. No está claro si seguirá allí cuando el papa visite sus instalaciones el 27 de septiembre ni si va a estar entre los reclusos seleccionados para reunirse con el pontífice.

 

Su abogado, Thomas Bergstrom, dijo que a Lynn sin dudas le agradaría la experiencia.

 

Aunque sus abogados han dicho que es un chivo expiatorio para la iglesia católica, la arquidiócesis ha pagado sus facturas legales desde que fiscales de la ciudad iniciaron la investigación de abusos sexuales cometidos por sacerdotes en 2002, durante un mediático juicio en 2012 y de las apelaciones que persisten. El arzobispo Charles J. Chaput ha visitado a Lynn al menos una vez en prisión, cuando Lynn fue encarcelado en una instalación estatal a unas pocas horas de Filadelfia.

 

“La arquidiócesis le sigue respaldando. Pienso que eso dice mucho”, dijo Bergstrom el jueves. “El preferiría no estar aquí (…) pero tiene una fe fuerte y está bien”.

 

El papa planea reunirse cara a cara con reclusos y sus familias en la prisión más grande de la ciudad. No está claro a cuántos reos se escogerá ni si sus afiliaciones religiosas serán consideradas. Unos 1,200 de los aproximadamente 8.000 presos se identifican como católicos.

 

“Esperamos que traiga un mensaje de esperanza para los individuos encarcelados aquí”, dijo el comisionado de prisiones de Filadelfia, Louis Giorla, esta semana.

 

Francisco, dijo, “aprecia la dignidad de todos los seres humanos, Nadie es tan bajo que no puede ser salvado o cambiar su vida”.