- Hoy, la economía griega depende aún más del Banco Central Europeo y de la Comisión Europea que el pasado viernes. Sin su ayuda el gobierno del primer ministro Alex Tsipras no tendrá el suficiente dinero para operar la burocracia a partir de septiembre.
- Cualquiera que hubiera sido el resultado del referéndum, la resultante final de negociación entre el Eurogrupo (19 países europeos pertenecientes a la zona euro) con el gobierno griego era inmutable: debilidad del gobierno heleno frente a las instituciones supranacionales.
- La victoria del “no” le otorga puntos de rating al primer ministro Alex Tsipras en Grecia pero lo debilita entre la clase política europea.
- Desde diciembre y enero pasados, meses preelectoral y de campaña en Grecia, el partido extrema izquierda Syriza ya había anunciado la suspensión de pagos en caso de victoria en las elecciones de enero. Seis meses después los mercados ya han asimilado la información sobre la resistencia de Tsipras a aceptar las condiciones de sus acreedores.
- La Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional (troika) no van a cambiar las condiciones de negociación que fueron rechazadas por el 61% de los griegos el día de ayer.
- Para que el sistema bancario griego funcione requiere la intervención urgente del Banco Central Europeo (BCE); al haber ganado la no aceptación de las condiciones de negociación del segundo rescate, no existen incentivos confiables para que actúe el BCE. Y no los hay porque la permanencia de Grecia en la zona euro es cada vez más incierta. Si bien es cierto de que ningún tratado europeo asimila la salida y/o expulsión de algún país, la operación de la moneda en Grecia ya no tiene solidez.
- Dos reuniones despejarán el panorama de Grecia a corto plazo: la política (entre la canciller alemán Angela Merkel y el presidente francés François Hollande), y la económica (entre los 19 países del Eurogrupo).
- La victoria del “no” regresa a Grecia al 26 de enero pasado, cuando su partido ganó las elecciones parlamentarias con mayoría relativa. Se han perdido seis meses pero la popularidad del Tsipras ha crecido. La pregunta es: ¿de qué le servirá?
- Hoy, caerán todas las bolsas europeas.