GINEBRA. Sumida en una crisis por un segundo escándalo de sobornos de la FIFA en cuatro años, la CONCACAF busca aprobar profundas reformas en su gobernabilidad, administración y operaciones.
La entidad que regenta el fútbol en Norteamérica, Centroamérica y el Caribe difundió el lunes una serie de propuestas para combatir la corrupción después que sus dos previos presidentes y secretarios generales acabaron implicados en una investigación en Estados Unidos sobre corrupción en el fútbol internacional.
Las propuestas incluyen poner límites a la reelección del presidente de la CONCACAF y los miembros del comité ejecutivo; publicación de los salarios y gastos de los principales dirigentes; y contratación de personal externo para evaluar la toma de decisión en el comité ejecutivo.
“El mundo entero reconoce que miembros autónomos en el comité ejecutivo son importantes para evitar los conflictos de interés”, dijo Sam Gandhi, asesor legal de CONCACAF sobre una idea que la misma FIFA rechazó en su proceso de reformas hace dos años.
Una crisis enorme
El presidente de la CONCACAF desde 2012, Jeffrey Webb de las Islas Caimán, y un miembro del comité ejecutivo de la FIFA, el costarricense Eduardo Li, libran una batalla para evitar ser extraditados a Estados Unidos desde Zúrich, donde fueron detenidos en mayo.
Además, el secretario general, el colombiano Enrique Sanz, fue inhabilitado de toda actividad en la FIFA y la CONCACAF, tras ser vinculado en la trama de sobornos vinculados a Webb por parte de la empresa de mercadeo deportivo en la que previamente trabajó.
“En cuanto a crisis, esta es enorme”, comentó el asesor legal de la CONCACAF, Sam Gandhi, a The Associated Press. “Tenemos que resolver nuestros problemas y necesitamos demostrar que tenemos la iniciativa”.
Webb y Li figuran entre los 14 individuos acusados en la investigación estadounidense, al igual que el ex presidente de la CONCACAF Jack Warner, quien se resiste a ser extraditado desde su natal Trinidad y Tobago. Dos de los hijos de Warner se declararon culpables.
Y recientemente se difundió el documento en el que el estadounidense Chuck Blazer, ex mano derecha de Warner en la CONCACAF, aceptó su culpabilidad.
Entre los dos, estuvieron a cargo de la CONCACAF durante más de dos décadas hasta que Blazer implicó en 2011 a Warner y al entonces candidato presidencial a la FIFA Mohamed bin Hammam de Catar en una trama de compra de votos.
La reputación de CONCACAF quedó por el suelo y en un año Webb fue elegido y Sanz contratado con la promesa conjunta de limpiar la casa y reponer su imagen. En cambio, las autoridades federales estadunidenses sostienen que Webb estaba buscando y recibiendo incentivos por millones de dólares del exempleador de Sanz, Traffic Sports.
“Pienso que antes no había ningún proceso”, dijo Gandhi, cuando se le preguntó cómo la CONCACAF se perdió la oportunidad de reformarse después de la era Warner-Blazer. “La gente se fijaba en quienes decían lo que tenían que decir y dependía de ello sin fijarse en el proceso ni en la estructura”.
Medidas avaladas por Comité Ejecutivo
El documento del lunes con reformas fue aceptado el sábado en una reunión del comité ejecutivo de la CONCACAF después de haber sido redactado por Gandhi y un panel de emergencia integrado por los líderes de las federaciones de fútbol de Canadá, México y Estados Unidos.
Los detalles de los cambios deben ser aprobados por un congreso plenario de las 41 naciones de la CONCACAF, probablemente en el término de un año.
“Nosotros y, lo que es más importante, el comité ejecutivo, nos damos cuenta de que necesitamos hacer lo correcto para enderezar el barco, porque de otro modo no habrá una confederación”, sentenció Gandhi.
Las propuestas, en procura de un “sistemático cambio organizacional”, se anunciaron un día antes de la inauguración en Estados Unidos de la Copa de Oro, el torneo de insignia de la CONCACAF.
“Vamos a poder montar un magnífico torneo y podemos cumplir con los pagos de los premios”, señaló Ghandi, socio de la firma de abogados Sidley Austin, en una entrevista telefónica. “No tendremos restricciones en la organización”.
De todos modos, la Copa de Oro fue mencionada en una acusación resonante de 164 páginas publicada en mayo por el Departamento de Justicia de Estados Unidos. Denuncia una corrupción generalizada a lo largo de 24 años en el otorgamiento de derechos de organización y transmisión de acontecimientos deportivos internacionales.
Aunque la CONCACAF se concentra ahora en la Copa de Oro que concluirá el 26 de julio, pronto deberá enfocarse en la Copa América Centenario en 2016. El certamen de 16 naciones en Estados Unidos es coorganizado con la Conmebol, que cumplirá cien años y que se encuentra en medio de la incertidumbre debido a los escándalos.
“En este momento todavía está en el aire”, advirtió Gandhi.