Los trabajadores mexicanos son los que tienen las peores condiciones entre todos los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), debido a que tienen jornadas laborales de casi 70 horas, los salarios mínimos más bajos, empleos poco profesionalizantes de mala calidad, además de pagar demasiados impuestos para la seguridad social que obtienen.
De acuerdo con el último reporte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) Panorama Laboral 2015, la calidad del empleo y los salarios mínimos entre los 34 países asociados indica que México cuenta con una de las tasas de desempleo más bajas con 4.3% de personas buscando trabajo en comparación con el promedio de la organización que alcanza a 7% de la población.
“Los empleadores pagan más impuestos al trabajo por personas que ganan salario mínimo que por los que ganan más. México debería cuidar las interacciones entre el salario mínimo y el sistema de impuestos y beneficios para mejorar la competitividad de las empresas y evitar que los trabajadores poco calificados se encuentren en un riesgo más alto de caer en la informalidad”, explicó en videoconferencia el economista de la OCDE Paolo Falco.