LA PAZ. El crucifijo tallado sobre una hoz y un martillo que el presidente de Bolivia, Evo Morales, regaló al papa Francisco provocó hoy críticas de opositores que consideraron el obsequio como algo “vergonzoso” que sorprendió al sumo pontífice.

 

La “cruz comunista“, como se la ha bautizado en varios medios, es una replica de una figura tallada por el sacerdote jesuita español Luis Espinal Camps, que fue torturado y asesinado por paramilitares en La Paz en 1980 por denunciar la violencia política en el país.

 

Solo en #Bolivia. Se regala un Cristo crucificado en una hoz y martillo, símbolo del comunismo ateo! Vergonzoso!“, dijo en su cuenta de Twitter la ex parlamentaria opositora Alejandra Prado.

 

Al Cesar lo del Cesar y a Dios lo de Dios. No se puede poner a Cristo sobre la hoz y el martillo. Sorprendieron al #PapaFrancisco #Bolivia“, sostuvo de su parte, la ex senadora opositora Centa Reck.

 

El diputado opositor Bernard Gutiérrez declaró a EFE que el presidente “Morales se ha equivocado” porque esa figura usada por Espinal tienen antecedentes muy particulares que se entienden en Bolivia, pero en el exterior sólo puede generar sorpresa.

 

“Creo que ha generado una reacción adversa del papa. La expresión del papa (al recibir el regalo) lo dice todo y eso también está circulando por el mundo”, dijo el legislador Gutiérrez.

 

Tras la difusión en el mundo de la fotografía de Morales entregando la cruz sobre la hoz y el martillo a Francisco, las críticas y el estupor se manifestaron en las redes sociales.

 

El culmen de la soberbia es manipular a Dios al servicio de ideologías ateas… Hoy, una vez más: #CristoCrucificado“, dijo, también en Twitter el obispo de San Sebastián (España), José Ignacio Munilla, mostrando la fotografía del regalo.

 

El jesuita español Xabier Albó, que compartió luchas con Espinal en Bolivia, escribió hace unos días en la prensa sobre los tallados de madera que hacia el sacerdote sobre temáticas vinculadas a sus propias vivencias, además de políticas y sociales.

 

Según Albó, la cruz con Cristo, el martillo vertical y una hoz horizontal era para expresar “el necesario pero huidizo diálogo cristiano marxista, con los obreros y campesinos”.

 

“El que lo hiciera con el Cristo de sus votos muestra cuán adentro (Espinal) sentía la urgencia de tal diálogo”, sostuvo Albó.

 

El papa Francisco se refirió ayer a Espinal Camps al detenerse para orar por él a medio camino en una autopista entre las ciudades de El Alto y La Paz, en el lugar donde fue encontrado su cadáver.

 

Francisco dijo que Espinal fue “víctima de intereses que no querían que se luchara por la libertad de Bolivia” y que lo “eliminaron” porque predicó el Evangelio y eso molestó.

 

Cuatro meses después del asesinato del jesuita español se instauró en Bolivia la dictadura de Luis García Meza (1980-1981), a cuyos colaboradores se les acusa de haber hecho desaparecer pruebas del homicidio y de haber protegido a los autores del crimen.  DM