Los pretextos ya son una constante con el técnico de la Selección Mexicana. Miguel Herrera ha optado por buscar factores externos para justificar los malos resultados obtenidos por la selección mexicana en los últimos partidos.

 

El principal blanco de El Piojo son los silbantes. La mayoría de ellos han mostrado poca capacidad, como sucedió durante el duelo ante Guatemala cuando el hondureño Armando Castro no marcó dos penales claros a favor del Tricolor, que hubieran cambiado el rumbo del partido.

 

Desde la pasada Copa América, el estratega decidió juzgar el trabajo de los de negro, como sucedió al final del partido ante Ecuador cuando los llamó “tercia de tontos”.

 

“Sí, nos fue mal. Gracias a los señores que vienen caminando acá nos están echando del torneo. Si ellos no hacen bien su trabajo, nosotros también intentamos hacer lo nuestro”, comentó.

 

Ante ellos, Herrera se mostró molesto durante el duelo, gritó una y otra vez en contra la terna arbitral. Sin embargo, durante la conferencia de prensa, no tocó el tema para evitar mayor número de críticas. Simplemente aceptó que el Tri no tuvo el funcionamiento que esperaba.

 

Por la baja de Héctor Moreno, el estratega ha optado por jugar con línea de cuatro, un esquema que no le funciona por completo. La mayoría de las veces lo hace con línea de cinco, una alineación que le ha rendido frutos.

 

Siempre que se le cuestiona sobre el parado táctico, El Piojo muestra su molestia. “Primero me cuestionan porque no hago variantes, ahora porque las hago… ¿quién los entiende?”, dijo el estratega previo al duelo ante Cuba.

 

Las palabras y acciones de Herrera, confirman la presión que se vive en el seno de la Selección Mexicana ante la obligación de conquistar la Copa Oro, y es que un mal resultado en la competencia, seguramente acabará con la poca paciencia de los directivos.