Kevin González Sánchez deseaba terminar sus estudios para ir a la universidad y comprar una casa fuera de Tepito. Trabajaba en el mercado de tenis, en el corazón del Barrio Bravo, para juntar dinero y regresar a la prepa. Pero fue asesinado.

 

Presuntamente, los responsables de su muerte son policías de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal (SSPDF) que participaban en el Operativo Rastrillo y desde el día en que ocurrieron los hechos, su familia ha detectado irregularidades que las autoridades han cometido para encubrir a los homicidas.

 

Cerca de la media noche del viernes 3 de julio, Kevin estaba en La Chelería de la calle Toltecas, casi esquina con Fray Bartolomé de las Casas. En ese momento llegaron varias patrullas, de acuerdo con la declaración ministerial de los clientes que fungen como testigos de los hechos.

 

Vieron que los uniformados le pegaban culetazos a Kevin, tirado en la calle y después lo subieron a la patrulla pick up, que en Tepis les llaman “perreras”, junto con Luis, otro comensal. Eran cinco camionetas con unos 50 policías y, recuerda una de las testigos, la media filiación de una mujer policía, según consta en la averiguación previa CI-FVC/VC-3/UI-2C/D/00469 07-2015 por abuso de autoridad.

 

Cuando la unidad policiaca avanzó unos 20 metros, tiraron a los dos jóvenes, con el vehículo todavía en movimiento. Kevin se golpeó la cabeza con el pavimento y los patrulleros se fueron. La ambulancia tardó más de una hora en llegar y el joven fue trasladado la madrugada del 4 de julio al Hospital de Balbuena donde el reporte de ingreso indica que había sido atropellado.

 

El 10 de julio murió a causa de contusiones cerebrales bifrontales y edema cerebral severo. En ese momento se inició la averiguación previa por homicidio, con la versión de que había sido atropellado.

 

La familia del occiso acudió a la SSPDF para pedir ayuda porque quieren identificar a los policías que participaron en el operativo, pero aseguran que les han puesto obstáculos porque les mostraron videos del C4 pero en ellos no se puede ver cómo ocurrieron los hechos, y creen que los videos fueron editados para no evidenciar la actuación de los preventivos, situación que fue denunciada en la Fiscalía de Servidores Públicos de la Procuraduría capitalina; además, las autoridades se han negado a interrogar a la totalidad de los agentes que participaron en el operativo.

 

La familia exige justicia, asegura que Kevin no tenía vicios ni antecedentes penales. Consiguió alrededor de 50 mil pesos para comprar  medicamentos y por gastos funerarios, pero los testigos, vecinos de Tepito, por miedo, ya no quieren ir a declarar en contra de los policías.

 

La Comisión de Derechos Humanos del DF inició una investigación ante las irregularidades por parte de las autoridades acta circunstanciada iniciada por el visitador adjunto auxiliar orientador el 10 de julio.