MADRID. La política de ataques hacia Estados Unidos parece haber tomado un nuevo rumbo para Nicolás Maduro, quien apeló a su homologo Barack Obama para mantener un diálogo que permita reestablecer relaciones entre ambos países, que en algún momento parecieron estar al borde de la ruptura.
Así lo confirmó el el consejero del Departamento de Estado de Estados Unidos, Thomas Shannon, quien afirmó que los diálogos que su país mantiene actualmente con Venezuela “empezaron al pedido de Maduro”.
Shannon, que participó en una Tribuna Americana organizada conjuntamente por la Casa de América y la Agencia Efe en Madrid, resaltó que fue el presidente venezolano, Nicolás Maduro, quien “decidió buscar una manera de establecer un canal de comunicación” con Estados Unidos.
El diplomático describió la situación como de “esperanza” aunque recalcó que el proceso se encuentra en su “inicio”.
Shannon dijo que la administración de Barack Obama está “aceptando las conversaciones con interés, pero reconociendo que hay diferencias entre nosotros y Venezuela”.
Venezuela y Estados Unidos se encuentran sin representación diplomática desde 2010 y desde entonces las relaciones entre ambos países han pasado por varias etapas de altibajos y fuertes desencuentros.
El último punto de máxima tensión ocurrió este año a raíz del decreto firmado en marzo por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el que declaró a Venezuela una “amenaza” para la seguridad interna de EU.
Sin embargo, desde hace semanas se mantienen reuniones de bajo perfil mediático entre representantes de los dos países y en las que responsables venezolanos se han entrevistado con Shannon, elegido por EU para esta tarea.
A la pregunta de dónde está ahora la pelota, y quién tendría que dar un paso hacia adelante, el diplomático respondió: “esto no es fútbol” y “la pelota está en los dos campos”.
Shannon insistió en que hay que encontrar la manera de establecer “un nuevo espacio de diálogo para ver qué podemos hacer (ambos países) en la región”, y se refirió a casos concretos como el proceso de paz que el gobierno colombiano mantiene con la guerrilla de las FARC desde 2012 y a Haití.