La empresa de transporte privado Uber opera en México con un modelo de “socio-propietario”, un esquema mediante el cual una persona posee una flotilla de vehículos y contrata choferes comisionistas.
Rocío Paniagua, gerente de comunicación para México y América Latina de Uber, dijo a 24 HORAS que si bien este modelo no es el más promovido ni incentivado por la empresa (que ya tiene presencia en 58 naciones), sí ha crecido en el país. Sin embargo, la vocera rechazó dar a conocer cifras sobre el número de socios que actualmente colaboran con Uber.
“Una persona puede tener uno o varios coches y puede estar manejando medio tiempo o tener a alguien más que trabaje tiempo completo y le pague un sueldo. El mejor negocio es manejar tu propio auto; si manejas para otro, dependes de lo que te quiera pagar y eso sí ya es de cada socio”, comentó en entrevista vía telefónica.
“En todos los países, la gente se puede asociar como socio o socio-conductor. La plataforma está diseñada para que manejes tu propio coche y ahí es donde están puestos todos los incentivos”.
Modelo de negocio
El modelo de socio-propietario funciona de la siguiente forma: una persona que tiene varios vehículos certificados y aprobados para dar servicio mediante Uber, contrata a choferes y el salario o ingresos se acuerda entre ambos.
En el foro www.manejauberdf.com, que lanzó la propia empresa, socios y choferes solicitan y ofertan servicios a través de esquemas de pago, que van desde comisiones de 35% por cada viaje, hasta “atractivos paquetes de ingresos”.
Para trabajar en Uber los conductores deben tener una certificación que valide que está capacitado para ofrecer el servicio; esta es una de las variables más importantes de la empresa, pues los controles de calidad y confianza son los que “garantizan” que el servicio será seguro.
Obtener la certificación requiere aprobar más de nueve exámenes psicométricos, psicológicos, de confianza y conocimientos de la ciudad.
El empresario
Roberto Fuerte es economista, tiene contratado un grupo de operadores conduciendo vehículos Uber y desde 2013 se dedica profesionalmente a dar consultorías a otros socios y administrar flotillas de conductores.
En sus propias palabras, brinda asesoría a los nuevos socios de la empresa sobre cómo manejar sus flotillas, cómo elegir a los conductores y, junto con una psicóloga, los capacita para que pasen las pruebas de confianza.
En su opinión, los nuevos socios de Uber entran con muchas ilusiones y creyendo “al 100%” la publicidad de la empresa que les asegura ganancias mensuales de miles de pesos; lo que no saben es que para garantizar la inversión, cada automóvil debe generar 12 mil pesos al mes, aparte del 20% de comisión de Uber, el pago a choferes, viáticos (gasolina y mantenimiento del auto), cortesías a los usuarios y pago del seguro.
El pago a los choferes es por comisión y esta debe ser mínimo de 30% de lo que facture, considerando que trabajando el auto de tiempo completo puede llegar a facturar 8 mil 100 pesos semanalmente. Descontando las comisiones, el propietario de la flotilla se queda con aproximadamente 52 de cada 100 pesos.
“Para que a un socio le convenga debe tener más choferes y quizás hasta trabajar los autos dos turnos. Puedes empezar con tres carros y seis choferes, y tendrías un margen de ganancia de 28 mil pesos al mes; la idea es que cada carro te dé 12 mil pesos pero a veces es difícil encontrar o tener a seis choferes a la vez”, comentó.
“Los socios nuevos no son realistas, se guían a la publicidad y prometen sueldos maravilla a sus choferes pero no se puede: para que un chofer pueda ganar 12 mil pesos al mes, necesita facturar 15 mil a la semana”.
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