Los asesinatos de reos en  penales del país han aumentado en lo que va de este año, ya que mientras que el promedio del año pasado fue de 8.3 internos muertos por mes, este 2012 el promedio mensual subió más de tres veces al llegar a 28.

 

En 2011, el total de muertos en riñas en el interior de los centros penitenciarios fue de 100, mientras que de enero a la fecha han sido asesinados –la mayoría en pleitos- un total de 87 presos, lo cual da un promedio mensual de 28. Es decir, en poco más de tres meses,  la cifra casi se empata con la del total de reclusos asesinados el año anterior.

 

De los 87 internos fallecidos de enero hasta el pasado sábado 7,  Nuevo León se ubica como la entidad en cuyos penales se registraron más del 50% de los homicidios: en la cárcel de Apodaca ocurrieron 44 y en la de Topo Chico seis, tres de ellos en la última semana.

 

La segunda entidad con mayor incidencia es Tamaulipas, con un total de 31 muertos, todos ellos como resultado de riñas en el Centro de Ejecución de Penas de Altamira. La primera de este año que se registró el pasado 5 de enero.

 

De los seis homicidios restantes, cuatro se registraron en el Centro de Readaptación Social número 2 de Gómez Palacio,  Durango; uno más en el Centro de Readaptación Social de Torreón, Coahuila, y otro en el Reclusorio Oriente del Distrito Federal.

 

Respecto a las armas empleadas para asesinar a los reclusos de los penales de esos cinco estados del país, han sido en su mayoría punzocortantes.

 

Nuevo caso, en Topo Chico

 

El homicidio de reos más reciente ocurrió el pasado sábado en el penal de Topo Chico, Nuevo León. A la 1:30  de la mañana fueron encontrados dos cadáveres en los pasillos de esa cárcel.

 

Uno de ellos, el de un reo de entre 40 y 45 años de edad, y el otro, el de una mujer de aproximadamente 40. El primer recluso murió luego de ser atacado en una riña ocurrida minutos antes en ese centro penitenciario.

 

Respecto al comparativo de las cifras del primer trimestre de este año con 2011 en  centros de readaptación social, en penales de Nuevo León ha sido de 25 en total en 2012; es decir, ahora en esa entidad en tres meses una semana ha habido el doble de homicidios.

 

Durante la crisis de penales que enfrentó el gobierno del priista Rodrigo Medina, en febrero del presente año, como resultado de la fuga de 29 internos y el homicidio de 44 más en el penal de Apodaca, las autoridades locales admitieron que esos hechos eran resultado de una disputa entre internos ligados con los cárteles de Los Zetas y del Golfo.

 

Hasta ahora, de los 29 reos fugados, sólo han sido reaprehendidos seis, uno de ellos Rogelio Chacha Quintanilla,  jefe de plaza de Los Zetas en el municipio de Guadalupe, Nuevo León, y uno de los que presuntamente encabezaron la fuga del penal de Apodaca del pasado 19 de febrero.

 

Los 26 restantes, que también pertenecen a ese grupo ligado con actividades de narcotráfico, secuestro, piratería y extorsión en esa entidad, siguen prófugos.