EL CAIRO. Siria puso el día de ayer una serie de condiciones al cumplimiento del plan de paz del mediador internacional Kofi Annan, que debería aplicarse antes de mañana 10 de abril, y exigió que los grupos armados de los rebeldes cesen la violencia antes de que Damasco retire las tropas desplegadas.

 

En un comunicado, el Ministerio sirio de Asuntos Exteriores consideró que Annan, enviado especial para Siria de la ONU y la Liga Árabe, todavía no ha aportado “garantías escritas” de que los supuestos grupos terroristas que actúan en el país han detenido sus operaciones y entregado sus armas.

 

Esta nueva condición fue rechazada por el rebelde Ejército Libre Sirio (ELS), que por su parte exigió que primero el régimen de Bachar al Asad presente un aval de la comunidad internacional de que ha cumplido con su compromiso de frenar las hostilidades.

 

“Si el régimen quiere comprometerse con el alto al fuego y la liberación de los detenidos, que presente garantías de los países miembros del Consejo de Seguridad (de la ONU) de que va a hacerlo, y luego nosotros las presentaremos también”, subrayó el “número dos” del ELS, Malek Kurdi.

 

Además de la condición referida a la oposición armada, el régimen sirio también solicitó que Catar, Arabia Saudí y Turquía se comprometan por escrito a dejar de financiar a estos grupos, a un día de que venza el plazo de cese a la violencia.

 

En cuanto a este ultimátum, el portavoz sirio de Exteriores, Yihad Maqdesi, aseguró que las declaraciones del enviado especial se interpretaron de manera “errónea” cuando esta semana aseguró ante el Consejo de Seguridad de la ONU que Siria había aceptado una fecha límite para aplicar su plan de mediación.

 

Según este esquema, Siria tenía hasta el día 10 de abril para aplicar la iniciativa de Annan, que prevé entre otros puntos el fin de la violencia y la retirada de las tropas desplegadas en las ciudades y sus alrededores, y hasta el día 12 para que se ponga fin a las hostilidades.

 

El régimen sirio condicionó su compromiso al plan de paz, al tiempo que recordó el fracaso de la anterior misión de observadores de la Liga Árabe, que apenas permaneció un mes en el país hasta el pasado enero debido al repunte de la violencia.

 

Maqdesi destacó que Siria “no repetirá lo que sucedió” entonces, cuando dijo haber sacado a las Fuerzas Armadas de las ciudades en un gesto que fue supuestamente aprovechado por los “grupos terroristas” para reorganizarse y atentar contra la población civil.

 

Al respecto, el subcomandante en jefe del ejército rebelde aseguró que su bando se comprometió con la iniciativa de la Liga Árabe y puso fin a la violencia, mientras que el régimen infringió esos acuerdo.

 

Pese a las esperanzas depositadas en el plan de Annan, la represión del régimen prosiguió en el país, donde, según los opositores Comités de Coordinación Local, fallecieron al menos 37 personas, que se suman a las más de 150 que perdieron la vida en los últimos días.

 

Desde Ginebra, Kofi Annan mostró su consternación por el aumento de la represión en ese país. Estas acciones “violan lo acordado conmigo”, aclaró Annan, quien consideró “inaceptable” el ascenso de la violencia y pidió al régimen de Al Asad que cumpla con los compromisos asumidos.

 

Con el respaldo del Consejo de Seguridad, el enviado especial ha dado un ultimátum hasta el día 12 de abril para que se ponga fin a las hostilidades en Siria.