LONDRES. El temor a que el Reino Unido abandone la Unión Europea (UE) tras el referéndum que prevé convocar el Gobierno ha llevado a miles de ciudadanos comunitarios que viven en las islas británicas a iniciar los trámites para pedir la doble nacionalidad.
Una encuesta elaborada por el periódico The Guardian sugiere que la mayoría de los europeos que residen en el Reino Unido cree que la salida del país del bloque común haría su vida “mucho más problemática”.
Según el diario, incluso la “extrapolación más cautelosa de la encuesta” apunta a que miles de ciudadanos europeos están en proceso de obtener la nueva nacionalidad o bien están considerando iniciar los trámites.
Los comunitarios temen que les puedan denegar el permiso de trabajo en el Reino Unido, que termine el acuerdo para sufragar de forma recíproca los gastos sanitarios, mayores restricciones para estudiar en el país y que aumenten los impuestos sobre las propiedades para los extranjeros.
Una eventual salida de la Unión afectaría tanto a los 2.4 millones de comunitarios que viven en el Reino Unido como a los 2 millones de británicos que residen en otros países de la UE.
El primer ministro británico, David Cameron, se ha comprometido a celebrar una consulta sobre la salida de la Unión antes de que termine 2017, después de negociar con Bruselas un cambio en los tratados que otorgue a Londres un mayor control sobre la regulación de la inmigración, entre otras cuestiones.
Según los datos del gobierno, el número de comunitarios naturalizados británicos ha pasado de diez mil en 2009 a 18 mil en 2013.
Antes de pedir la nacionalidad, el Reino Unido exige a los ciudadanos europeos pasar un examen conocido como “Life in the UK Test” (“Test sobre la vida en el Reino Unido”).
Los aspirantes, que deben haber vivido al menos cinco años en el país, responden a preguntas sobre los “valores y principios” de la sociedad británica y tienen que demostrar conocimientos sobre “acontecimientos y personas que han marcado la historia del Reino Unido”.
Para obtener la ciudadanía británica, se deben superar una serie de exámenes y en total para una familia se gastan tres mil 500 libras esterlinas (cerca de cinco mil 460 dólares), según The Guardian.