Según la Confederación de Cámaras Indistriales de México (Concamín) el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEEPS) sí disminuyó las ventas de comida chatarra y refrescos cuando menos en 2.5%,lo que no se ha visto reflejado en la disminución de la obesidad y diabetes, ni en la construcción de infraestructura escolar para combatir estas enfermedades.

 

Como parte de la Estrategia nacional para la prevención y el control de sobrepeso, la obesidad y la diabetes, el gobierno federal impuso en 2013 un impuesto de 8% sobre su valor a alimentos con alto contenido calórico y de un peso por litro a bebidas azucaradas.

 

Fueron incluidas botanas, productos de confitería, chocolate y demás productos derivados del cacao, flanes y pudines,  dulces de frutas y hortalizas, cremas de cacahuate y avellanas, dulces de leche, alimentos preparados a base de cereales, helados, nieves y paletas de hielo.

 

En 2014 la  Asociación Nacional de Productores de Refrescos y Aguas Carbonatadas (ANPRAC) reportó una caída en el volumen de ventas totales de 2.5% y el INEGI reportó que  la inflación sobre el precio de refrescos envasados fue de 15.35%, lo que ocurrió a raíz del aumento en los precios de estas bebidas, de acuerdo con la Concamín.

 

Mientras, los productores de chocolates incrementaron en 10% los precios de sus productos.
“El IEPS es un impuesto regresivo que no ha contribuido a la disminución de la obesidad y el sobrepeso y por el contrario, ha traído consigo una serie de efectos negativos en la sociedad. empresas. El 11% de la población asignó más recursos al gasto de refrescos y sacrificó el consumo de otros productos. Gravar un determinado alimento o bebida no genera cambios en los hábitos de consumo”, mencionó el presidente de la Concamín, Manuel Herrera.

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