Tras cinco años de que Mexicana de Aviación emprendió su último vuelo, las aerolíneas de bajo costo cubrieron ya el mercado doméstico que dejó la primera empresa aeronáutica del país.

 

En el primer semestre del año, Volaris e Interjet concentraron 48.7% del tráfico de pasajeros en el país, lo que significa que en el último lustro captaron una tercera parte del mercado local.

 

En el primer semestre de 2010, cuando dejó de operar, Mexicana tenía 30.9% del mercado doméstico, mientras que Interjet y Volaris sumaban 15.6%, de acuerdo con cifras de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

 

Quien más se ha visto beneficiada es Interjet, que al cierre del primer semestre de este año contaba con 24.7% del mercado doméstico, contra 24% de Volaris.

 

La participación de Aeromexico se ha mantenido relativamente estable al concentrar 35.4% del mercado nacional, lo que significó una reducción de 2.5% en el último lustro.

 

Ex empleados se aferran 

 

 

El próximo 28 de agosto se cumplirán cinco años desde que Mexicana de Aviación suspendió sus vuelos, no obstante, ex trabajadores de la aerolínea aseguran que continuarán en “la lucha por recuperar su empresa”.

 

El representante legal de los trabajadores, Joaquín Ortega, señaló que hay intereses que no tienen que ver con los acreedores detrás de un intento de desmantelamiento de Mexicana. “El síndico quiere vender en pedazos la empresa y los trabajadores que se les adjudique completa, en eso vamos a seguir hasta que sea necesario”, subrayó.

 

La semana pasada, un juez federal autorizó al síndico encargado del proceso de quiebra, Alfonso Ascencio Triujeque (quien fuera director ejecutivo de Volaris), la enajenación de bienes de la compañía en una primera etapa, definida para el 13 de agosto, sin embargo, los sindicatos de sobrecargos, pilotos y trabajadores aéreos, promovieron un amparo.

 

Ortega señaló que los trabajadores de la aerolínea interpondrán una denuncia penal en contra de Ascencio Triujeque, por presuntas irregularidades en la venta bienes y administración en el proceso de quiebra.

 

De acuerdo con Ortega, cuando la aerolínea dejó de volar sus pasivos laborales ascendían a 4 mil 875 millones de pesos, pero en los últimos cinco años se generó una deuda de más de siete mil millones pesos por sueldos caídos.