Al menos 400 niños han muerto por el conflicto armado en Yemen con un promedio de ocho niños que son asesinados o resultan heridos a diario, alertó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

 

Según un nuevo informe titulado “Yemen: la infancia bajo amenaza”, al menos 400 niños han muerto y más de 600 han resultado heridos desde que la violencia se agravó hace unos cuatro meses en el país.

 

La interrupción en los servicios de salud, el aumento en los niveles de desnutrición infantil, el cierre de escuelas y un mayor número de niños reclutados por grupos de combatientes son algunos de los efectos del conflicto que sacude al país más pobre del mundo árabe.

 

“Este conflicto es sobre todo una tragedia para los niños yemenitas”, dijo en un comunicado el representante de UNICEF en Yemen, Julien Harneis.

 

Bombas y balas, las enemigas de los niños

 

“Los niños están siendo asesinados a causa de las bombas o las balas, y quienes sobreviven tienen que hacer frente a la creciente amenaza de las enfermedades y la desnutrición. Esto no puede continuar”, agregó.

 

El informe subrayó que en la actualidad el conflicto resulta ya devastador para la vida de los niños y también tendrá terribles consecuencias sobre su futuro.

 

En todo el país, casi 10 millones de niños –los menores de 18 años representan un 80 por ciento de la población del país– necesitan ayuda humanitaria urgente.

 

El informe pronosticó que 1.8 millones de niños sufrirán probablemente algún tipo de desnutrición a finales de este año. Y, además, cerca tres mil 600 escuelas han cerrado sus puertas, deploró Unicef.

 

Más de 15 millones carecen de atención de salud

 

El documento destacó que 15.2 millones de personas carecen de acceso a la atención básica de salud y 900 centros de salud han sido cerrados desde el 26 de marzo, cuando iniciaron los bombardeos de la coalición liderada por Arabia Saudita contra los Houthis.

 

Asimismo, más de 1.3 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares, señaló el reporte.

 

Sumado a ello, 20.4 millones de personas necesitan ayuda para tener acceso al agua potable y saneamiento debido a la escasez de combustible, los desperfectos en la infraestructura y la inseguridad.

 

Unicef ha participado de lleno en las operaciones humanitarias en Yemen desde el inicio del conflicto.

 

Su personal, que trabaja en todo el país, está respondiendo a las necesidades fundamentales de los niños proporcionándoles servicios como la distribución de agua potable y el tratamiento de los niños que sufren desnutrición, diarrea, sarampión y neumonía.

 

Ayuda psicológica a niños

 

En los últimos seis meses, la organización dedicada a los niños ha proporcionado apoyo psicológico a más de 150 mil niños para ayudarles a hacer frente a los horrores del conflicto.

 

Se calcula que un total de 280 mil personas han aprendido cómo evitar las lesiones que producen los explosivos y las minas sin estallar.

 

Unicef ha respondido a la emergencia pese a los graves problemas de financiación.

 

Hasta el momento sólo ha sido cubierto un 16 por ciento de un total de 182.6 millones de solicitados por el organismo para atender la emergencia en Yemen

 

“Necesitamos urgentemente fondos para poder llegar a los niños que se encuentran en una situación de necesidad desesperada”, dijo Harneis.

 

“No podemos permanecer como estamos y dejar que los niños sufran las consecuencias de una catástrofe humanitaria”, enfatizó.

 

Piden dejar de usar a civiles como blancos de guerra

 

Finalmente, Unicef reiteró su llamado a todas las partes en el conflicto para que respeten sus obligaciones de conformidad con el derecho internacional humanitario y para que dejen de utilizar a los civiles como blancos de guerra, así como las escuelas y los servicios de agua y de salud.

 

“UNICEF hace otra vez hincapié en la necesidad urgente de acabar con el conflicto de una vez por todas’’, concluyó.