La tercera generación del Audi TT muestra más que deportivismo. Es la materialización del diseño que quiere la marca alemana para el futuro. Con un gran desempeño y múltiples innovaciones tecnológicas, el compacto deportivo presume los mayores avances de la armadora. Lo primero que destaca al conocer al TT y al TTS es el renovado frente. Con la parrilla más grande y plana, muestra agresividad y deportivismo. A los lados, los nuevos faros Matrix LED, que permiten una mejor visibilidad en cualquier condición.
Las salpicaderas delanteras han aumentado en tamaño y ahora “entran” al cofre, mientras que la parte trasera muestra tres líneas horizontales, que dan un aspecto más ancho y musculoso de este icónico auto.
Las luces traseras también son LED tridimensional, además de que debajo del alerón trasero se enciende una tercera luz de freno.
A pesar de que el auto no aumentó en el largo (4.18 metros), los ingenieros de Audi consiguieron crecer la distancia entre ejes en 37 milímetros (2.51 metros), lo que mejora su balance y desempeño tanto en la ciudad como en carretera.
Audi decidió brindar un homenaje a la primera generación del TT, al incorporar una tapa del depósito de gasolina redonda, que le da un aspecto racing. Para esta nueva generación, Audi decidió incorporar tres motores. El 1.8 TFSI, de 180 hp y 250 Nm de torque con tracción delantera y transmisión S Tronic de 7 velocidades; el 2.0 TFSI con 230 hp, 370 Nm, tracción quattro y S tronic de 6 velocidades y el 2.0 TFSI (en TTS) de 285 hp, 380 NM, quattro y S tronic de 6 velocidades. En el interior, destaca el nuevo tablero de instrumentos 100% digital, conocido como Audi virtual cockpit, una pantalla de alta resolución. En él se puede ajustar -al gusto- el tacometro, velocímetro y lo que se desea ver en la parte central (mapas de navegación, infotenimiento, llamadas telefónicas).
Audi TT y su versión TTS reúnen los mayores adelantos de la armadora en ayudas tecnológicas para brindar un manejo más seguro, además de marcar el nuevo rumbo de la casa alemana.