Al menos 25 estados de Estados Unidos, de 30 estudiados, tienen “superpiojos” resistentes a los tratamientos comunes contra estos insectos (insecticidas piretroides) y contra los que sólo los antibióticos son efectivos, según una investigación de la Universidad Southern Illinois, en la ciudad de Edwardsville.

 

Los resultados del estudio, que se presentará la próxima semana en la Conferencia Nacional de la Sociedad Química Estadounidense, fueron adelantados hoy por los medios locales.

 

El investigador y profesor de biología Kyong Sup Yoon analizó por primera vez muestras de piojos de 30 estados y sólo en cinco de ellos no halló rastro de piojos con alta resistencia a los piretroides.

 

Los piretroides son las sustancias químicas más habituales en los champús y cremas que pueden comprarse en cualquier farmacia o comercio sin receta médica para acabar con los molestos piojos en la cabeza, comunes entre los niños.

 

La investigación concluye que el uso durante décadas de este tipo de tratamientos ha provocado que los piojos evolucionen y adquieran resistencia a los mismos.

 

Esto podría ser una de las causas que expliquen el aumento de casos de piojos en Estados Unidos desde la década de los años noventa, pese a la mayor disponibilidad de tratamientos de calidad para eliminar a estos insectos.

 

“El problema es, que si usas en exceso un solo producto a lo largo del tiempo, estás preparando el terreno para que se desarrolle la resistencia”, dijo Yoon, que ha reconocido que algunas partes de sus investigaciones de años sobre esta materia las han financiado empresas que proponen alternativas a los tratamientos con piretroides.

 

Los “superpiojos” se han desarrollado a partir de un trío de mutaciones que afecta al sistema nervioso del insecto y lo hace menos sensible a los productos químicos que contienen los tratamientos.

 

Según la investigación, resultados preliminares de estudios en curso muestran que en 48 estados (de los 50 totales más el Distrito de Columbia) analizados sólo cinco están libres de los llamados “superpiojos”.

 

“Si usted o su hijo tienen piojos, hay una alta probabilidad de que esos piojos sean resistentes a los tratamientos comunes”, advirtió Yoon, que investiga estos insectos desde hace 15 años.