El 2015 se veía, y así ha sido hasta el momento, como un año en donde las políticas monetarias “divergentes” entre Estados Unidos, Japón, Zona Euro, China y otros 15 bancos centrales cuando menos, marcarían diferencias en el movimiento de las divisas y en consecuencia en el movimientos de los mercados de renta variable (bolsas ). El riesgo de una mayor desaceleración de la economía de China está teniendo también un impacto adicional.

 

La volatilidad estará presente de aquí a diciembre, que han sido marcados los tiempos de la Fed para que muy probablemente incremente la tasa de referencia en 25 puntos base. Habrá días muy negativos y otros con fuertes recuperaciones.

 

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En los primeros 6 a 7 meses del año, por ejemplo, la bolsa de China llegó a crecer 57% producto de un movimiento donde los préstamos o financiamientos para ganar “dinero relativamente fácil” estaban en su punto de ebullición. Sin embargo, el gobierno frenó éste tipo de financiamientos y orilló a las instituciones financieras a reducirlo, lo que generó que este movimiento de alza alcanzara su punto más alto para entrar en una fase correctiva. Hoy, la bolsa de Shanghái registra ya una minusvalía de -1.60% en el año y ha sido el marco de referencia para las plazas mundiales llevando inclusive a un “ viernes y lunes negro” en las bolsas asiáticas y del mundo ante riesgos en su crecimiento económico.

 

Otras bolsas que también generaron un escenario optimista en el primer semestre fueron las europeas en donde la bolsa de Alemania conocida como “Dax” registró una alza superior a 26%, cuando actualmente registra una baja de 1.59%.

 

De Estados Unidos queda claro que después de dos años de grandes rendimientos de los mercados como el S&P 500, el Dow Jones o el propio Nasdaq, se esperaba que los crecimientos fueran más moderados y quizá más selectivos por sectores. Durante los primeros 7 meses del año destacó el Nasdaq con ganancias superiores a 10%, mientras que el sector industrial registró aumentos del orden de 5.0%. Hoy, dominan rendimientos negativos.

 

En cuanto a los mercados emergentes latinos, Brasil a través de su índice el Bovespa llegó a registrar ganancias nominales de más de 17% en el período comentado y actualmente registra una contracción cercana a 10%.

 

En el caso de México, durante los primeros 7 meses el Índice de Precios y Cotizaciones alcanzó un rendimiento moderado de 5.4% y aunque ha sido más defensivo, registra ya una minusvalía de -2.05%. El riesgo cambiario y un menor crecimiento de la economía han afectado su movimiento, aunque también queda muy claro el desempeño de acciones por sectores. Si medimos a este mercado en términos de dólares, hasta el momento el ajuste a la baja es del orden de 15%.

 

El desempeño de las últimas semanas a la baja en los mercados podría estar abriendo espacios de oportunidades después de los ajustes registrados. De acuerdo con el perfil del inversionista, es posible iniciar un proceso de acumulación, pero no necesariamente en las acciones que más han caído porque serán las que más suban, sino en aquellas empresas que estén en un sector de crecimiento actual, cuyo nivel de apalancamiento en dólares esté en buena medida cubierto. Las que más han caído quizá están en un proceso de mayor riesgo. Cuidado.