La promesa de poner en marcha 32 policías estatales únicas, en lugar de las mil 800 policías municipales que actualmente laboran, es uno de los pendientes que la administración federal aún no ha podido concretar. El proyecto del presidente Enrique Peña Nieto tendría el objetivo de abatir el índice de corrupción en el país y reforzar el combate a la delincuencia.

 

Sin embargo, la resistencia de los legisladores federales y de los gobiernos estatales no han podido unificar la propuesta, al considerar que podría verse afectada la autonomía de los municipios.

 

“La aprobación del Mando Único implica la creación de 32 sólidas policías, en lugar de mil 800 policías frágiles, con salarios diversos, si lo logramos consolidar creo que podremos homologar salarios, dotar de prestaciones suficientes a los policías”, apuntó en su momento el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales Heredia, al respecto.

 

La certificación y evaluación de las policías estatales es otro de los rezagos de la actual administración, pues desde 1999 (cuando se modifica la Constitución para permitir que los policías sean expulsados de las corporaciones al no cumplir con los controles de confianza), no se ha determinado cuántos de estos elementos ya no están en funciones. Luego de las prórrogas para cumplir a cabalidad la certificación, a nivel federal la CNS cuenta con el 99% de la policía aprobada, mientras que en los estados no se tiene informe de avance.

 

Estrategias de seguridad 

 

Si bien es cierto que el gobierno federal ha dado por desarticulado el cártel de los Caballeros Templarios en Michoacán, o por lo menos su principal estructura operativa, actualmente en la entidad siguen operando diversas células delictivas remanentes de dicho grupo, así como de otras organizaciones delictivas; en consecuencia, persiste una alta incidencia delictiva en la entidad.

 

De igual forma, los “objetivos prioritarios” a capturar en la estrategia enfocada a atender los focos rojos en Tamaulipas no se han completado, generando que los embates entre grupos delictivos antagónicos, así como ataques contra las fuerzas de seguridad, sigan presentándose.