COPENHAGUE. La Federación Internacional de Diabetes (IDF, por sus siglas en inglés), estima que hay alrededor de 387 millones de enfermos con diabetes en el mundo, sin embargo, pese a que la mitad de ellos no lo sabe, cada tres segundos se diagnostica un nuevo caso.
Tan solo el año pasado, la diabetes causó 4.9 millones de muertes, pues se calcula que cada seis segundos fallece una persona debido a las complicaciones que provoca, indicó el presidente de la IDF, Michael Hirst.
Este problema de salud pública, cuya prevalencia creció el 38.7% de 2000 a 2014, periodo en el que había 150 millones de enfermos, va en aumento de acuerdo con esta organización, que prevé 592 millones de diabéticos para 2025.
El 86% de los diabéticos viven en países en vías de desarrollo, dijo Hirst, quien añadió que el incremento de la prevalencia de la enfermedad se debe a estilos de vida poco saludables como la ingesta de comida no nutritiva y el sedentarismo, los cuales provocan sobrepeso y obesidad, factores de riesgo para desarrollar este mal.
La diabetes es un “tsunami que socavará la prosperidad de muchos países y sobre todo de las personas y de sus familias”, aseguró el especialista, quien confió en que la Organización de Naciones Unidas (ONU) aprobará en septiembre los Objetivos del Desarrollo Sostenible.
Dicha estrategia se instauraría en lugar de los Objetivos del Milenio que concluyen este año y que plantean reducir para 2025 el 25 por ciento la mortalidad prevenible, entre la que se encuentran las complicaciones de la diabetes.
Además, busca garantizar que el 80% de las personas tengan acceso a medicamentos fundamentales. “Se trata de que los países comiencen a implementar políticas que llevarán a que la gente sea más saludable”, afirmó.
Hirst insistió en la importancia de la prevención, por lo que pidió que desde la infancia haya educación en salud a nivel mundial, ya que la diabetes es un padecimiento que se gesta entre los ocho y 12 años antes de que se diagnostique.
Por otro lado, el presidente de la Federación Internacional de Diabetes exhortó a los gobiernos a invertir en salud con el fin de que todos los diabéticos tengan acceso al tratamiento, sobre todo los niños que sufren diabetes tipo 1, ya que en el mundo aún mueren muchos por no contar con dinero suficiente para la insulina, agregó.
Para el activista, el que un niño pierda la vida por no tener acceso a medicamentos contra diabetes “es una mancha sobre la conciencia de la humanidad”.
“Que nunca se nos olvide que el mundo es un lugar muy injusto, donde hay gente que no puede comprar los servicios que necesita y el mundo los olvida”, comentó Hirst.
El especialista informó que para analizar los avances, desafíos e innovaciones médicas entorno a este mal, se llevará a cabo el Congreso Mundial de Diabetes en Vancouver, Canadá, del 30 de noviembre al 4 de diciembre.
En esta reunión se pretende hacer conciencia en los gobiernos y parlamentarios sobre los efectos negativos que provoca la diabetes en la economía y el sistema sanitario, para que asuman que un país sano es una nación que se desarrolla y ofrece oportunidades a su gente.